La violencia salvaje de un grupo organizado en la protesta de los indignados el sábado pasado en Roma anuló el objetivo real de la marcha y puede poner en riesgo la posibilidad de manifestarse libremente en toda Italia. El ministro de Interior, Roberto Maroni, calificó de «terrorismo urbano» los actos violentos que dejaron 135 heridos en la capital durante una comparecencia en el Senado y anunció la necesidad de aplicar «normas concretas» para evitar nuevos disturbios, llegando al extremo de «pedir garantías patrimoniales a los organizadores para cubrir daños» …
Lea el artículo completo en www.publico.es
Más en Otros medios
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home