La admisión de Palestina como miembro de pleno derecho de la Unesco ha caído como un jarro de agua fría en Israel. La respuesta ha sido rápida: amenazar con suspender la colaboración con la organización, pedir a Washington que cese la ayuda anual de 70 millones de dólares que le concede y amonestar a la Unión Europea por no oponerse unánimemente a la moción …
Lea el artículo completo en www.publico.es
Más en Otros medios
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home