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Con el sarcasmo anticlerical y sentido del humor que le caracteriza, la colaboradora de El País, Maruja Torres, ha publicado este jueves, 4 de octubre de 2010, su artículo Mi Papa en el que no sólo declara abiertamente su repulsión a la visita de Benedicto XVI a Barcelona sino que se las da de sacerdotisa.
Solo me casaría, y de blanco, si fuera gay y con Carla Bruni, nada más que para fastidiarle (al Pontífice)
No solo no puedo ser sacerdotisa: es que ni siquiera sé con qué cubrirme para recibir a B-16 a las puertas de la Sagrada Familia. Si fuera un hombre no tendría tal problema. Me pondría un condón.
Maruja Torres ha compuesto una canción para recibir al Papa:
Condón, condón, condón, condón. Lo repito como un karma. Y además, qué bien, condón rima con nación. A ver, todos a una: «Cataluña es un condón». «Un condón es una nación». «Una nación es un condón». «¡Ay, condonera! ¡Aunque la gente no quiera!» (música de Campanera, copla inmortal de Joselito).
La periodista catalana reconoce su locura y el motivo de esta y es que la derrota de Obama que todo el mundo esperaba, a ella le ha debido de pillar por sorpresa.
¿Me he vuelto loca? Posiblemente. Después de saber que el Tea Party se ha cargado a Obama por intelectual -y por ser de Al Qaeda-, ¿no es para desplomarse en la insania que en este país no dispongamos ni de un Nestea Party capaz de rechazar a Ratzinger por intelectual y por cabeza máxima de una institución homófoba, machista, antiabortista y antievolucionista?
No es la primera vez que Maruja Torres acata al Pontífice. El 25 de marzo de 2010, publicó su artículo en el mismo diario, Vaya cínicos en el que aseguraba que «al Papa le tengo ganas».
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