Festival de críticas al Gobierno en ‘Público’ (y la SER) con Ekáizer ‘derechizándose’

Se ponía uno al tajo pensando en lo implacable que es Javier Quero, que no dio tregua a las erratas ni al bueno de Ángel Collado en su estreno en La Gaceta, y de repente le asaltaba una lluvia de metralla desde el diario de Jaume Roures con, pásmense, destino al Gobierno.

¡Ingratos!,debieron de clamar por La Moncloa. O quizáse quedaron demudados, quién sabe.

PARTIDA DOBLE

Por ejemplo, Ignacio Escolar se indignaba porque «este Gobierno equilibrista intenta eludir su responsabilidad histórica para no ofender al aliado marroquí» y Manuel Rico creía que «la actitud del Gobierno y del PSOE ante el brutal ataque de Marruecos en el Sáhara no es de recibo».

El segundo de a bordo de Jesús Maraña ahondaba en la herida, indignado porque la defensa de los intereses españoles en Marruecos «no puede equivaler al silencio ante cualquier atropello.

No es de recibo que el ministro de Exteriores venga a Madrid a insultar a la prensa y no sea desautorizado de forma contundente porla canciller española», clamaba, y con razón.

Aunque habría que recordarle que la Cancillería española lleva mucho tiempo dejando que desear.

Ahí está el ejemplo del indeseable embajador de Venezuelay sus vomitivas declaraciones sobre la Guardia Civil lo mismo en la Ser.

Con el tema marroquí los medios ‘afines’le daban lo suyo al Ejecutivo. Antes de seguircon ‘Público’, un paréntesis de la radio de Prisa, afectada de pleno por la detención de tres periodistas de la cadena, entre ellos Àngels Barceló.

Un inciso: los polanquistas andan estos días a la grescacon Trinidad Jiménez en una guerra dedesmentidos.

Primero ‘El País’ la acusóde saber lo que se cocía en El Aaiún una semana antes, la ‘señorita Trini’ -según Alfonso Guerra- contraatacó con un desmentido rotundo, luego los ‘maderos’ marroquíes detuvieron al equipo de la Ser y la ministra aseguró que sólo estaban retenidos y la Barceló desmintió a la propia Jiménez.

¡Menudo lío, eh! Quizá por todos estos sucedidos MariolaUrrea, en la SER, valoraba el asunto así: «Nuestro Gobierno ha cometido un errorque es imperdonable: no puede ser que un ministro de ese país vecino, en nuestro territorio y ante la presencia de nuestra ministra de Asuntos Exteriores, anuncie lo que está ocurriendo con los compañeros de la Cadena SER, pero que podrían habersido otros».

TRIGO Y PRÉDICAS

Volviendo a ‘Público’, Juan Carlos Escudierse ponía irónico: «Zapatero ha alertado de los riesgos del sálvese quien pueda. Es un consejo tan bueno como el de perseverar para cumplir en 2015 los Objetivos del Milenio. Lo dice el presidente de un país que ha dado un tajo de carnicero a la ayuda al desarrollo.

Poco trigo para tanto predicador».

GONZÁLEZ Y EL PSICOANÁLISIS

Ernesto Ekáizer, en el mismo diario, estaba terrible, horriblemente enfadado.

Tónica habitual suya en los últimos tiempos,por cierto. Esta vez no con el Gobierno, sino con el «inconsciente» Felipe González,

«que siempre aseguró no haber tenido información puntual de sus ministros y responsables sobre cada paso de sus respectivas esferas de actividad y, según dijo en sede judicial, mucho menos respecto alos GAL, ha introducido una contradicción en su versión, fácilmente explotable. ¿En qué consistió esa propuesta de liquidar a los dirigentes terroristas que rechazó?»

Según Ekáizer, la declaración de González «permite salpicar con campañas aun Gobierno, el de Zapatero, que nada tuvo que ver con aquellos hechos y que siempre hizo un esfuerzo por desmarcarse».

¿Ejemplos? «El entonces delegado del Gobierno en el País Vasco, Ramón Jáuregui, actual ministro de la Presidencia, nunca fue imputado por hechos de los GAL ni por los fondos reservados. Otros tres gobernadores civiles (Elgorriaga, Sancristóbaly Roldán) fueron condenados a prisión.

La sesión de psicoanálisis de Gonzáleza lo Bush facilita, pues, las campañas contra el flamante gabinete».

¿Qué dirán algunos inquisidores pro socialistasque ahora están intentando dar la vuelta a la tortilla de las declaraciones del ex presidente?

¿Estará ‘derechizándose’ Ekáizer?

CENSORES A GOGÓ

Ea, ea, ea, Luis R. Aizpeolea se cabrea.

Lo último producido por él en ‘El País’ incluía este parrafito:

«Han emergido censores en la derecha política y mediática que lanzan sospechas de connivencia con el terrorismo a todo el que testifica que, aunque lentamente, la izquierda ‘abertzale’ avanza hacia un compromiso con el fin del terrorismo».

O sea, los que no se tragan los tratamientos de blanqueo del periódico de Prisa y de él mismo.

Pues vale. Por cierto,¿el ex jefe de Informativos de TVE de Arias Navarro sigue siendo consejero delegadode Prisa, no?

Más que nada por lo de lacensura…

PASIONES SUBVENCIONADAS

En el subvencionado ‘El Periódico’ Xavier Campreciós afirmaba que «La Gaceta inflamaba bajas pasiones en su primera» por lo de la inseminación artificial de la terroristade turno.

«No tenía nada más escabroso que vender, pero le escocía también que el presidente peneuvista, Iñigo Urkullu, hubiese viajado a Bruselas para pedir a la UE que brindase al proceso denegociación vasco…»

¿Proceso de negociación?

Pero ¿no decían que eso no existía?

¡Qué cacao tienen!

Similar al de Ramón (García) Cotarelo en ‘Público’, que cargaba contra María Dolores de Cospedal y sus encuestas:

«Elproblema no es recurrir a una triquiñuela fraudulenta para publicitar un resultado favorable presuntamente falso, sino poner en cuestión, por ejemplo, la tarea del CIS (un centro de larga trayectoria impecablemente profesional) cuando los resultados que ofrece no casan con las aspiraciones de la derecha».

Entendemos que María Teresa Fernández de la Vega debe de ser una señora muy de derechas, tal y como metió la cuchara en la Dirección de ese «centro de larga trayectoria impecablementeprofesional» cuando los resultadosde sus sondeos no cuadraban con los necesitados por el Gobierno.

Si ya lo decía Fernando Vallespín en ‘El País’:

«El presidente ha quemado yasu último cartucho después del cambiode ministros».

Como lo escribía un ex directordel CIS, habrá que tomarlo muy en cuenta.