Javier Chicote (ABC): «Visitar Guantánamo se parece a un zoo: te muestran personas dentro de sus jaulas»

Javier Chicote, periodista de investigación en ABC, fue el nuevo invitado del Burladero, la sección que habla de periodismo con periodistas en el programa ‘Rojo y Negro’ de Radio4G. Chicote hizo un alto en su trabajo, asediado por los múltiples escándalos que asolan estos días nuestro país, para esta conversación donde descubrimos un poco más como es el día a día de un periodista como él.

Inmerso en los presuntos casos de corrupción de la diputada de IU en la Asamblea de Madrid Tania Sánchez, y cuando aún retumban los ecos de la detención de Francisco Granados por la ‘Operación Púnica’- un caso que él ya avanzó para Interviú en el año 2009-, estas son las reflexiones que dejó en su paso por el programa que presenta y dirige Alfonso Rojo.

TITULARES MÁS RELEVANTES DE LA CONVERSACIÓN CON JAVIER CHICOTE EN ‘EL BURLADERO’:

Creo que vivo en el país adecuado para dedicarme al periodismo de investigación (risas), a lo mejor si hubiera nacido en Dinamarca tendría que dedicarme a otra cosa, por desgracia en España hay mucho trabajo destapando corruptelas

Está habiendo un torrente de informaciones y muchas de ellas me han tocado personalmente porque ya las investigué en el pasado, como fue el caso de Granados. A veces no tenemos el tiempo necesario para investigar según que temas con la profundidad que requiere

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Mi día a día es 24 horas al día. A las 00:00 del día que empieza ya estoy viendo la prensa para saber que lleva la competencia y me suelo acostar con whatsapp de fuentes y de gente que me pasa información y me levanto prácticamente igual. Un periodista lo es 24 horas al día. Las mañanas las dedico a investigar y a verme con fuentes con libertad de horarios y por las tardes sí voy al periódico, al ABC. Me quedo hasta el cierre echando una mano

La Justicia tiene mejor imagen para el que no ha pasado por ella. Más que por injusta, por la lentitud. Faltan medios, no solo fiscales y jueces, sino personal de apoyo.

Yo llegué a Granados de una forma colateral, porque estaba investigando corruptelas en Boadilla del Monte para Interviú a raiz de una concesión de una parcela de suelo público a un empresario pese a que su oferta era de 4 millones de euros inferior a otras. Ahí me hablaron de un tal Francisco Correa que yo metí en el reportaje pero luego me sacaron su nombre. Ahí saltan las alarmas y me investigan. Cuando publico y no sale el nombre de Correa, porque la policía me pidió el favor de que no saliese su nombre ya que le seguían y así no se pondría nervioso, Correa estaba eufórico pensando que estaba limpio. En ese contexto di con un constructor que es David Merino y sale el nombre de Granados, de todos los que me enumera él es el más importante, pues es el secretario general del PP de Madrid.

En la última etapa yo veía a Granados en las tertulias y se me llevaban los demonios. Cuando estalla la Operación Púnica y lo detienen yo respiré porque ahí huyeron todas las ratas y yo me quede totalmente solo. En otro momento se comportaban como la mafia. A modo de anécdota, del ayuntamiento de Valdemoro salió un coche que recorrió todos los quioscos de Valdemoro y las localidades cercanas para comprar todos los ejemplares de ‘Interviú’ y que nadie más los leyera.

A mí no es que me hayan ganado una querella, es que nunca me la han puesto. En la universidad digo que el periodista debe trabajar como un científico: y esto es hipotésis-metodología-conclusiones

Visitar Guantánamo fue una experiencia importante porque pisé un lugar para historia. Periodísticamente es frustrante porque es como un tour custodiado por los militares. Se parece a un zoo: te enseñan personas dentro de jaulas.