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¡Españoles, la dem ocracia está en peligro, acudid a salvarla!
No son esas las palabras exactas, pero se ajustan al dramático llamamiento de Alberto Núñez Feijóo.
El líder del Partido Popular propone una movilización ciudadana para el próximo 8 de junio de 2025 en Madrid, pero con una consigna inusual: “sin siglas, sin banderas, solo gente decente”.
La cita, que surge en pleno desgaste del Gobierno de Pedro Sánchez, pretende ser —según el propio Feijóo— un “pulso democrático” frente a lo que él define como las “cloacas” y la “mafia” incrustadas en el Ejecutivo socialista.
El mensaje ha calado en los titulares y, a juzgar por la insistencia del gallego, busca trascender los límites tradicionales del electorado popular.
“No importa a quién voten, los que quieran honestidad que vengan. Esto no va de partidos, va de intereses de país”, repite Feijóo desde Valladolid, donde ha inaugurado la campaña interna para su reelección al frente del PP.
La estrategia: más allá del PP, menos allá de Vox
La convocatoria no es casual ni improvisada. En un momento donde los partidos tradicionales sufren desgaste y el hartazgo hacia la clase política se multiplica, Feijóo apuesta por una movilización transversal. El objetivo: canalizar el malestar social sin contaminarlo con símbolos partidistas que puedan disuadir a independientes o desencantados. “Queremos una protesta con la camiseta de la honestidad, la decencia y la democracia”, insiste el líder popular.
Resulta significativo que Feijóo haya pedido explícitamente que no se lleven banderas ni emblemas del PP. Esta decisión marca distancias tanto con movilizaciones anteriores —más identificadas con el partido— como con otros actores políticos como Vox, al que Feijóo ha lanzado un dardo: “Allá ellos si no quieren sumarse”. Se trata, pues, de un intento por apropiarse del espacio de la indignación ciudadana frente al Gobierno sin abrir flancos ideológicos ni compartir protagonismo.
Democracia o mafia: el nuevo marco narrativo
El discurso se ha endurecido notablemente. Feijóo ya no habla solo de alternancia o gestión; utiliza términos como “hedor”, “cloacas” y directamente “mafia” para referirse al Gobierno central. No es baladí: el dilema que plantea es “democracia o mafia”. El líder popular acusa a Sánchez de haber degradado las instituciones y sostiene que existe una minoría corrupta frente a una mayoría honesta.
Esta narrativa conecta con el clima político actual, marcado por denuncias cruzadas de corrupción y por una creciente desconfianza hacia las élites políticas. Feijóo pretende situarse como portavoz de esa mayoría silenciosa que —según él— ya no resiste más el supuesto “hedor” institucional.
Un congreso nacional para «arreglar España»
La protesta del 8J servirá además como antesala al congreso nacional del PP en Madrid. Feijóo no esconde su ambición: mientras recuerda cómo en 2022 tuvo que “arreglar el partido”, ahora afirma que es momento de “arreglar España”. La coincidencia temporal permite al líder popular reforzar su imagen como alternativa creíble frente a un Gobierno desgastado y acosado por los escándalos.
En este contexto, Feijóo pide la confianza de la militancia, pero también lanza un guiño a sectores sociales más allá del PP. Su mensaje está claro: sólo contando con una movilización amplia y plural podrá liderar un cambio político profundo.
Claves y curiosidades sobre la concentración del 8J
- Sin banderas ni siglas: Por primera vez en mucho tiempo, se pide explícitamente acudir sin identificativos partidistas. El objetivo es dar imagen de unidad ciudadana y evitar lecturas interesadas.
- Aznar y Rajoy estarán presentes: Los dos expresidentes populares han confirmado asistencia para arropar a Feijóo en un momento clave para su liderazgo.
- Vox desmarcado: El partido liderado por Santiago Abascal no se suma oficialmente a la protesta. Feijóo responde con ironía: “Allá ellos”.
- Comparación histórica: El propio Feijóo recuerda cómo en 2022 muchos auguraban un desplome electoral del PP tras su crisis interna. Ahora presume de haber reflotado el partido y quiere capitalizar ese impulso para buscar un vuelco nacional.
- Consignas llamativas: Entre las frases más repetidas estos días destaca “camiseta de la honestidad” o “esto va de decencia”, buscando conectar emocionalmente con los asistentes.
- Lugar emblemático: La concentración será en Madrid, epicentro político e institucional del país; un mensaje claro dirigido al corazón del poder.
En definitiva, el 8J se perfila como uno de esos momentos donde la política española pone a prueba sus pulsos ciudadanos… aunque esta vez toque dejarse las siglas guardadas en casa.
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