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El Supremo examina el papel del secretario de Organización del PSOE

La UCO entrega al Tribunal Supremo grabaciones de Santos Cerdán, Nº-3 del PSOE, cobrando comisiones ilegales por obra pública

Una grabación incautada por la Guardia Civil compromete a Santos Cerdán en el cobro de comisiones en adjudicaciones públicas mientras el PSOE cierra filas en su defensa

Mario Lima 11 Jun 2025 - 22:40 CET
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Unos mangantes.

De arriba abajo y desde el principio.

Y bajo la mirada de Pedro Sánchez, que es el Nº-1 de la trama.

El tablero político español se sacude con fuerza tras la última jugada de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

A fecha 11 de junio de 2025, la investigación sobre las corruptelas en la adjudicación de obra pública ha dado un salto cualitativo: una grabación, ya en manos del Tribunal Supremo, sitúa directamente al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en el centro neurálgico del escándalo de cobro de comisiones.

La noticia ha corrido como la pólvora por despachos oficiales y redacciones, mientras los partidos políticos calibran el alcance real y potencial de las revelaciones.

En este episodio, el nombre de Santos Cerdán, hasta ahora un sólido pilar del aparato socialista y mano derecha orgánica del marido de Begoña, aparece citado junto al exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García, ambos ya bajo lupa judicial.

El contenido de la grabación entregada por la UCO al Supremo incluye conversaciones que evidencian, según fuentes próximas a la investigación, «indicios sólidos» sobre su participación activa en el binomio obras-mordidas, ese mecanismo clásico donde adjudicaciones y sobresueldos bailan peligrosamente juntos.

De chófer a protagonista: los antecedentes que explican el caso

La génesis del asunto arranca con una serie de registros e incautaciones practicadas en empresas y domicilios vinculados a la trama.

Especialmente relevante fue la inspección realizada en Servinabar 2000 S.L., empresa navarra relacionada con Cerdán, donde los investigadores rastrearon documentación y dispositivos electrónicos que posteriormente revelarían horas de grabaciones almacenadas por Koldo García.

Este último, todo hay que decirlo, parece haber ejercido más de notario clandestino que de simple asesor: su afición a registrar conversaciones privadas se ha convertido en una mina para los investigadores y un quebradero de cabeza para sus antiguos compañeros.

Las grabaciones no son material baladí ni conversaciones triviales. Se trata de audios captados —según fuentes próximas al sumario— desde los tiempos en que Koldo García llegó a Madrid para trabajar para el PSOE, desempeñando tareas tan variadas como chófer o custodio de urnas durante las primarias que auparon a Sánchez en 2017.

Es decir, hablamos de un archivo sonoro que recorre buena parte del backstage socialista reciente y que ahora amenaza con hacer saltar por los aires más de una carrera política.

El contenido explosivo: cuando las constructoras “deben dinero”

El punto álgido llega con la conversación clave incautada por la UCO.

En ella —según ha trascendido— se escucha a Santos Cerdán dialogar con Ábalos y Koldo sobre el dinero que «les deben» varias constructoras.

Hasta cuatro empresas aparecen citadas como morosas peculiares: no hablamos aquí del típico impago comercial sino, presuntamente, del reparto irregular derivado del amaño en adjudicaciones públicas. Este detalle motivó registros adicionales tanto en domicilios particulares como en sedes empresariales repartidas entre Navarra, Granada y Valencia.

La investigación señala directamente a Cerdán como actor activo dentro del binomio obras-mordidas: su papel iría mucho más allá del mero conocimiento o permisividad; se le atribuye participación directa en las gestiones para obtener comisiones ilegales vinculadas a contratos públicos.

La gravedad de estos hechos es tal que el Tribunal Supremo estudia formalmente su imputación e incluso le ofrecerá declarar voluntariamente dada su condición de aforado parlamentario.

Reacción política: cierre de filas y negación tajante

La respuesta del PSOE no se ha hecho esperar. La dirección federal ha salido al paso cerrando filas en torno a su número tres y negando rotundamente cualquier implicación o influencia indebida por parte de Santos Cerdán en adjudicaciones públicas o cobro ilícito alguno. El argumentario socialista insiste en desvincular al partido y a sus cargos actuales de cualquier sombra corrupta procedente del pasado inmediato; sin embargo, las pruebas materiales recogidas por la UCO obligan al menos a una prudente espera ante lo que pueda decidir el Supremo.

Mientras tanto, el clima interno es tenso. No faltan quienes —en voz baja— señalan lo incómodo que resulta defender a ultranza a un dirigente cuya voz aparece registrada hablando sin tapujos sobre supuestas mordidas. La oposición, por supuesto, aprovecha el río revuelto para exigir dimisiones inmediatas y cuestionar la limpieza institucional del Gobierno.

¿Cómo funciona el binomio obras-mordidas? Una radiografía rápida

Para entender la dimensión real del escándalo conviene recordar cómo suele operar este tipo de entramados:

En este caso concreto, las conversaciones ahora analizadas por el Supremo apuntan a una estructura establecida donde el flujo monetario habría beneficiado tanto a intermediarios como —presuntamente— al entorno político más próximo al núcleo socialista.

Implicaciones judiciales y políticas: ¿qué puede pasar ahora?

Con los indicios recabados hasta hoy, todo apunta a una inminente imputación formal para Santos Cerdán si decide no declarar voluntariamente ante el juez instructor. El proceso requeriría solicitar suplicatorio al Congreso dada su condición parlamentaria; un trámite lento pero inexorable si las pruebas mantienen su solidez.

La decisión final podría provocar:

Además, no es descartable que nuevas grabaciones vayan aflorando según avance el análisis forense digital sobre los dispositivos incautados a Koldo García. No pocos temen ya un “efecto dominó” donde otros nombres relevantes puedan verse salpicados.

Curiosidades y datos llamativos sobre el caso

Así pues, España asiste expectante al desarrollo judicial mientras las conversaciones interceptadas siguen desgranando capítulos inéditos sobre cómo se tejen —o deshilachan— los hilos del poder político.

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