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Esto está que arde.
Y cada día con mayor intensidad.
El 26 de junio, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil irrumpió en el domicilio de Javier Herrero, exdirector general de Carreteras bajo el Gobierno de Pedro Sánchez, y encontró 4.750 euros en efectivo escondidos entre billetes de 50 y 100 euros.
El hallazgo, que podría parecer anecdótico si no fuese por el contexto, ha puesto bajo los focos una presunta trama de cobro de comisiones ilegales vinculada a contratos de obra pública, conocida ya como el caso Koldo.
La orden judicial para el registro partió del magistrado Ismael Moreno, titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional, quien observó indicios claros de delitos como pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, malversación, prevaricación y cohecho. Herrero no es un personaje cualquiera: durante años tuvo en sus manos la llave para la adjudicación de proyectos millonarios que han cambiado el paisaje vial del país.
Y en un giro que añade intriga al caso Koldo, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil halló en la vivienda de Isabel Pardo de Vera, expresidenta de Adif, un documento clave: un contrato de compra de mascarillas vinculado a Soluciones de Gestión, la empresa en el centro de la polémica.
Este hallazgo, que parece sacado de una novela de suspense, corresponde a un acuerdo de adjudicación de emergencia que Adif firmó con dicha compañía, y que Pardo de Vera guardaba celosamente en su domicilio, a pesar de haber dejado la presidencia de la entidad en 2021.
Según el acta de entrada y registro de la UCO, a la que este medio ha tenido acceso, los agentes encontraron en casa de Pardo de Vera “una libreta con anotaciones manuscritas y un legajo documental” relacionados con la adjudicación urgente de un contrato para adquirir material sanitario con Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL.
La investigación judicial ya había revelado que, en marzo de 2020, Adif compró cinco millones de mascarillas a esta empresa, un movimiento que ahora cobra nuevo relieve con este descubrimiento.
El telón de fondo: constructoras, favores y “bingo” en Logroño
La investigación pone el foco en una mecánica presuntamente sencilla: a instancias del entonces asesor ministerial Koldo García, Herrero habría favorecido “de manera recurrente” a constructoras como Acciona y LIC para que obtuvieran contratos públicos jugosos. A cambio, según la UCO y el propio juez, se ofrecía una “contraprestación económica” tanto para el exministro José Luis Ábalos como para su asesor estrella.
Entre las obras bajo sospecha destaca la adjudicación, en 2021, del proyecto para los tirantes del emblemático Puente del Centenario en Sevilla, por más de 71 millones de euros, a Acciona —la oferta más barata pero sin caer en baja temeraria— tras intensas gestiones que habrían derivado incluso en desavenencias internas dentro del Ministerio. El propio Herrero llegó a comunicar con entusiasmo (“¡Bingo!”) a Koldo García tras la apertura de ofertas económicas para la autovía A-68 en Logroño, lo que no ha pasado desapercibido para los investigadores.
Tampoco faltan referencias a otras empresas como OPR —vinculada familiarmente con directivos históricos de Acciona— y LIC, también favorecidas supuestamente por Herrero desde su posición privilegiada.
Citas judiciales y ambiente enrarecido
El escándalo no se limita al hallazgo del dinero o las escuchas telefónicas reveladoras. Tanto Herrero como la expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, han sido citados a declarar ante la Audiencia Nacional el próximo 21 de julio como investigados por su vinculación con las presuntas adjudicaciones irregulares del caso Koldo. El ambiente político se ha tensado: uno de los instructores del caso llegó a asegurar que los indicios contra ambos son “consistentes” y merecen ser explorados a fondo por la justicia nacional.
En paralelo, hay detalles curiosos dignos del mejor guión: Herrero se mostró especialmente colaborador durante el registro —según sus allegados— llegando incluso a elaborar un árbol jerárquico del Ministerio para ilustrar a los agentes sobre “quién mandaba realmente” y dar pistas sobre las zonas oscuras donde podría esconderse la corrupción. De hecho, no dejó títere con cabeza ni silencio sin romper durante horas ante los agentes.
Mientras tanto, Pardo de Vera fue sorprendida mientras preparaba una mudanza exprés —probablemente acelerada por los acontecimientos— y vio cómo su móvil era requisado con nada menos que 15.000 fotografías almacenadas; todo un archivo visual aún pendiente de analizar pero que promete no dejar indiferente ni al más avezado inspector tecnológico.
Radiografía política: ¿crónica anunciada o caída inesperada?
La dimensión política es ineludible. El caso estalla cuando todavía resuena el eco mediático por las polémicas mascarillas y contratos exprés durante la pandemia. Sin embargo, aquí el epicentro está en la gestión ordinaria —y aparentemente opaca— del Ministerio de Transportes entre 2018 y 2022. Los nombres propios (Herrero, Ábalos, Koldo García) son ya parte inseparable del nuevo léxico político español.
El modus operandi esbozado por los investigadores apunta a una red donde lo público servía como trampolín para intereses privados selectos. No faltan ingredientes clásicos: desde presuntas “mordidas” hasta maniobras para colocar afines en puestos clave (el propio Santos Cerdán habría movido ficha para aupar a Herrero al frente de Carreteras).
Una nota ligeramente irónica: los 4.750 euros hallados quizá no impresionen al gran público acostumbrado ya a escándalos multimillonarios. Pero su valor simbólico es incalculable: representan la punta visible (y casi ridícula) del iceberg bajo el cual se ocultan presuntas operaciones mucho más lucrativas.
Datos curiosos y detalles singulares
- El dinero encontrado estaba compuesto exactamente por 27 billetes de 50 euros y 4 billetes de 100 euros; nada sofisticado pero sí suficiente para levantar sospechas en pleno registro judicial.
- El registro fue ordenado justo después de que el Tribunal Supremo detectara “indicios consistentes” contra Herrero y Pardo de Vera e instara a la Audiencia Nacional a profundizar.
- En paralelo al caso público, algunos empresarios han admitido pagos privados previos a Koldo García… aunque insisten (faltaría más) que nunca pagaron comisiones ilegales por contratos públicos.
- Entre los protagonistas colaterales figura Servinabar, empresa clave investigada por contratos millonarios con el Gobierno foral navarro y donaciones fiscales poco ortodoxas.
La investigación sigue abierta y promete nuevas sorpresas… porque si algo ha enseñado esta trama es que las carreteras españolas esconden más curvas peligrosas fuera que dentro del asfalto.
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