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El Parlamento de Cataluña ha vuelto a ser escenario de una escena de alto voltaje político que, pese a su teatralidad, resume a la perfección el pulso crónico entre independentismo y Estado.
Laia Estrada, presidenta del grupo parlamentario de la CUP, rompió en el pleno del 17 de julio de 2025 una fotografía de Felipe VI al finalizar su intervención en el debate sobre la “debilidad del Estado en Cataluña”, una moción presentada por el Partido Popular que pedía valorar positivamente la presencia del Rey en la comunidad autónoma. El gesto ha sido tan gráfico como polémico: imagen boca abajo, mirada desafiante y la frase “los catalanes no tenemos Rey” como colofón.
La acción ha encendido los ánimos en el hemiciclo. PP y VOX han protestado airadamente, acusando a Estrada de faltar al decoro parlamentario y reclamando que fuese llamada al orden por la Mesa. Sin embargo, la vicepresidenta primera, Raquel Sans (ERC), quien presidía en ese momento ante la ausencia de Josep Rull (Junts), defendió que “no se ha producido ninguna expresión ofensiva”, limitándose a pedir respeto hacia las decisiones de la Mesa.
El PSOE de Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña, no dijo ni media palabra.
Las claves del incidente: contexto y repercusiones políticas
La intervención de Estrada se produjo durante un debate especialmente delicado, donde los populares denunciaban lo que consideran “la cada vez menor presencia del Estado en Cataluña”. El gesto no fue improvisado: Estrada aprovechó para recordar episodios históricos como la quema de Xàtiva por Felipe V o el papel desempeñado por Juan Carlos I, padre del actual monarca, durante el franquismo. No faltaron tampoco las referencias al discurso del 3 de octubre de 2017, tras el referéndum ilegal, donde Felipe VI instó a cumplir la ley ante el desafío independentista. “El actual Borbón es hijo de un señor al que puso un dictador”, ironizó la diputada antes de romper la imagen.
Estrada fue tajante: “La mayoría de ciudadanos rechaza la monarquía española por una cuestión de memoria”, enlazando pasado y presente con un tono provocador. “Solo faltaría que una diputada no pudiera expresar su rechazo a la Corona en el Parlament. Ya os gustaría que calláramos”, espetó desafiante ante las bancadas conservadoras.
Reacciones cruzadas y doble vara de medir
El gesto ha tenido consecuencias inmediatas:
- Diputados del PP y Vox abandonaron el hemiciclo en señal de protesta.
- El portavoz popular Juan Fernández criticó duramente al PSC por votar contra su moción y “dar la espalda al Rey”, acusando a los socialistas catalanes de alinearse con los separatistas.
- La portavoz socialista evitó cualquier reproche público a Estrada, votando junto a ERC y Junts contra valorar positivamente la presencia real en Cataluña.
En un ambiente ya tenso, Vox denunció que el acto contravenía el reglamento parlamentario y reclamó sanciones disciplinarias. Sin embargo, desde la presidencia se zanjó el asunto remitiendo cualquier queja formal a la Comisión del Estatuto del Diputado.
Quién es Laia Estrada: trayectoria y polémicas
No es ni mucho menos la primera vez que Laia Estrada protagoniza titulares por su activismo antimonárquico y sus posturas radicales. Militante histórica de izquierdas e independentista convencida, fue condenada en 2016 —cuando era regidora en Tarragona— a tres meses de prisión e inhabilitación por enfrentarse a agentes policiales durante una protesta feminista. Su carrera política está marcada por episodios performativos que buscan visibilizar el rechazo institucional hacia símbolos del Estado.
En esta ocasión, su acto ha reavivado viejas heridas y renovado las críticas sobre los límites de la libertad parlamentaria frente al respeto institucional. Para algunos, simple “performance” política; para otros, una provocación intolerable en sede parlamentaria.
El papel del PSOE-PSC: ¿complicidad o cálculo político?
Uno de los elementos más llamativos del episodio ha sido el papel discreto —algunos dirían cómplice— del PSC, cuyo grupo votó junto a ERC y Junts contra valorar positivamente al Rey en Cataluña. Los populares han interpretado este voto como una muestra más del acercamiento socialista al independentismo para garantizarse apoyos parlamentarios, lo que alimenta las acusaciones recurrentes sobre cesiones ante los partidos secesionistas.
En palabras del propio Fernández (PP): “Hoy los republicanos tenían 62 diputados votando contra el Rey: los 20 propios [de ERC] y los 42 del PSC”. Una cifra que ilustra hasta qué punto las mayorías parlamentarias actuales condicionan cualquier gesto institucional relacionado con la Corona.
Curiosidades y datos llamativos
- En Játiva (Valencia) sigue colgado boca abajo un retrato oficial de Felipe V, recordando así su papel durante la Guerra de Sucesión Española. Estrada utilizó este hecho histórico como guiño simbólico para justificar su acción.
- No es la primera vez que un parlamentario independentista rompe o quema imágenes reales; sin embargo, desde 2007 tales gestos han recibido sentencias dispares según los tribunales españoles.
- El incidente se produce apenas unos días antes del aniversario del discurso real tras el referéndum ilegal catalán.
- Según varias encuestas recientes publicadas este año, más del 60% del electorado catalán muestra posiciones republicanas o indiferentes hacia la monarquía.
El Parlamento catalán vuelve así a ser escenario no solo de debates intensos sino también de gestos cargados de simbolismo político —algunos lo ven como arte dramático, otros como falta grave— en un contexto donde cada imagen cuenta tanto como mil palabras.
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