Las librerías francesas han comenzado la preventa de Reconciliación, las memorias de Juan Carlos I.
Este libro tan esperado promete ser un compendio de confesiones y elogios sorprendentes hacia el dictador Francisco Franco, lo que enciende el debate sobre el pasado reciente de España.
Mientras tanto, en Madrid y en todo el país, la expectativa crece: la obra llegará a las estanterías españolas semanas más tarde, una estrategia editorial que ha generado todo tipo de especulaciones.
A pesar de toda la controversia generada, Juan Carlos I defiende su papel como arquitecto fundamental en la transición hacia la democracia: “No puedes rechazar la herencia institucional sobre la que reposas: entre las dos solo hay un paso”, advierte a Felipe. Subraya que nunca se le pidió mantener el régimen franquista, sino solamente conservar la unidad nacional; esto le otorgó “manos libres” para impulsar reformas políticas cruciales e impulsar las primeras elecciones democráticas.
El legado de Juan Carlos I es indudablemente complejo. Sus memorias no solo abren viejas heridas sino también reavivan debates sobre monarquía, memoria histórica y futuro institucional. Pero lo más importante es que ofrecen una mirada humana llena tanto de luces como sombras sobre quien fue rey, padre y símbolo durante décadas de una España aún buscando reconciliación.
De Franco a Felipe: luces y sombras de una vida regia
El rey emérito no evita tocar la figura de Franco en su relato. Reconoce sin tapujos que su ascenso al trono fue posible gracias al dictador: “Si pude ser Rey, fue gracias a él”. Desvela una relación personal y frecuente, casi como una conexión paternal, y asegura que nunca toleró críticas hacia Franco en su presencia. “Le respetaba enormemente, valoraba su inteligencia y su capacidad política. Nadie pudo destronarlo ni desestabilizarlo, lo cual es un logro notable”, afirma en una frase que ha suscitado reacciones intensas en el panorama político actual.
El vínculo con su hijo, el actual monarca Felipe VI, se convierte en otro eje emocional clave del libro. Juan Carlos I describe con crudeza el distanciamiento que han sufrido: “Mi hijo me dio la espalda por deber”. El emérito reconoce que comprende la postura institucional de Felipe, aunque no oculta el dolor por la frialdad y el silencio que marcaron su última conversación navideña en 2020. A pesar de esto, elogia la preparación de su hijo y espera que con el tiempo se suavicen las heridas familiares.
Curiosidades, episodios inéditos y datos sorprendentes
- Laurence Debray, historiadora y biógrafa francesa, es la autora detrás de estas memorias. Ya había entrevistado a Juan Carlos I anteriormente. Su visión externa y acceso a los protagonistas han permitido incluir anécdotas y detalles inéditos.
- El libro revela que el monarca grabó aquel famoso mensaje televisivo del 23-F vistiendo chaqueta de general pero pantalones normales, buscando ganar tiempo durante la crisis del golpe de Estado.
- Entre las confesiones más impactantes, Juan Carlos I admite haber recibido un regalo millonario de 100 millones de dólares del rey saudí en 2008, al que califica como “un grave error”. Reconoce que nunca debió aceptarlo, aunque lo justifica como “un donativo generoso de parte de un hermano”.
- El emérito también menciona “amistades nefastas” y “errores de juicio por amor y amistad”, señalando que ha decepcionado a muchos al no saber rechazar las tentaciones del poder y la vida pública.
Ranking: los cinco episodios más polémicos de las memorias
- Elogio a Franco: Su respeto declarado por el dictador ha provocado una avalancha de críticas y debates sobre la memoria histórica.
- Distanciamiento con Felipe VI: Expresa el dolor por la ruptura personal con su hijo mientras ensalza sus capacidades institucionales.
- El regalo saudí: Su aceptación de una suma tan elevada alimenta las controversias sobre su fortuna y sus conexiones internacionales.
- La traición del general Armada: Relata la decepción sufrida durante el 23-F al descubrir que un antiguo amigo intentó usar su nombre para legitimar el golpe.
- Confesión de debilidades: Reconoce errores personales y amistades peligrosas, mostrando una autocrítica poco común entre líderes de su generación.
¿Por qué el libro sale antes en Francia que en España?
La publicación anticipada en Francia no es casualidad. El entorno de Juan Carlos I junto a la editorial optaron por lanzar primero la obra en el país vecino, probablemente para evitar reacciones políticas inmediatas en España mientras ponen a prueba cómo será recibida internacionalmente antes de enfrentar críticas nacionales. Además, esta decisión coincide con el 50 aniversario del fallecimiento de Franco, asegurando así máxima repercusión mediática y política.
El libro dedica varias páginas a los años más convulsos del reinado. Entre 2012 y 2014, acontecimientos como la caída en Botsuana, el escándalo relacionado con Corinna Larsen, así como las presiones para abdicar marcaron el inicio del fin de su mandato. El propio emérito admite que fue un periodo lleno de “decisiones apresuradas, amistades equivocadas y errores públicos”, un “torbellino” que le alejó progresivamente de la vida oficial española hasta llevarle finalmente al exilio en Abu Dhabi.
SOBRE FRANCO
Llegada a España y primera reunión (1948, a los 10 años de Juan Carlos)
- Franco había enviado su propio vagón, acoplado al Lusitania Expreso, el tren nocturno que unía Lisboa con Madrid. Era el mismo vagón azul en el que había viajado a la frontera franco-española para reunirse con Hitler el 23 de octubre de 1940.
(Contexto: Describe con aprecio los detalles de su llegada a España bajo la tutela de Franco, mostrando gratitud por su acogida.) - He contado muchas veces esta anécdota, y todavía hoy me hace reír, más de setenta años después. Empecé a seguir al ratón con la mirada, y Franco se dio cuenta: “¿Qué mira?” —me preguntó. “¡Mi general, hay un ratón junto a usted!” —respondí riendo. Se sorprendió mucho. Su esposa, Carmen Polo, se unió a nosotros. Visité el Palacio de El Pardo, donde había muerto mi bisabuelo, Alfonso XII. Franco me regaló después un arma, una escopeta.
(Contexto: Recuerda con ternura y humor su primer encuentro, destacando el regalo como gesto afectuoso.) - El general hablaba poco, incluso durante los almuerzos a los que asistía. Parecía escuchar, pero rara vez daba su opinión. Su actitud era tranquila y distante. Al terminar esos almuerzos, me hacía pasar a su despacho y teníamos largas conversaciones a solas, verdaderas discusiones. Intentaba ser franco con él, aunque sabía que nadie se atrevía a hacerlo.
(Contexto: Elogia la profundidad de sus diálogos privados, resaltando la confianza mutua.)
Relación personal y filial
- Le respetaba enormemente, admiraba su inteligencia y su sentido político (…) Nunca permití que nadie lo criticara delante de mí.
(Contexto: Expresa admiración profunda por sus cualidades intelectuales y defiende su figura públicamente.) - ¿Mantuve con Franco una relación filial? Nos separaban 46 años. Él no tenía hijos [varones]. Quizás proyectó sobre mí un sentimiento paternal. No ocultaba su simpatía hacia mí, incluso cierta ternura y benevolencia. Se tomaba el tiempo de verme con regularidad y mantener un diálogo constante.
(Contexto: Describe su vínculo como afectuoso y paternal, con énfasis en la ternura de Franco.)
Conversaciones políticas y visión de futuro
- Le hacía preguntas como: “¿Por qué no concede la libertad de crear partidos políticos?” —“Yo no puedo hacerlo” —me respondió—, “pero usted lo hará más adelante”.
(Contexto: Recuerda con aprecio la previsión de Franco sobre la democratización, viéndolo como un gesto de confianza en él.) - Normalmente, tenía que descifrar sus sutiles insinuaciones. Esta vez, fue sorprendentemente explícito. A veces, cuando no quería responder a una de mis preguntas, fingía no haberla oído. Yo sonreía para mis adentros. Tenía una visión clara de la situación actual de España y de su futuro. Calculaba las relaciones de poder a su alrededor a largo plazo.
(Contexto: Alaba su astucia política y visión estratégica como cualidades admirables.)
Resistencia y mérito político
- Nadie logró derribarlo ni siquiera desestabilizarlo, lo que, durante un período tan largo, tiene mérito. / Nada pudo destruirle, ni siquiera desestabilizarle, lo que, en un periodo tan largo, supone un gran desafío.
(Contexto: Reconoce su longevidad en el poder como un logro notable y desafiante.)
Gratitud por su ascenso al trono y últimas palabras (1975)
- Si pude ser Rey fue gracias a él. / Si pude ser rey, fue gracias a él.
(Contexto: Agradece explícitamente a Franco su designación como sucesor en 1969, clave para su reinado.) - *Estaba sentado a su lado, en su cama del hospital. Me tomó la mano y, en un último suspiro, me dijo: “Alteza, solo le pido una cosa: mantenga la unidad del país”. Fue su última voluntad. No me pidió conservar el régimen ni los principios del Movimiento Nacional. Tenía, pues, las manos libres para emprender reformas, siempre que la unidad de España no se viera cuestionada. Sentí que me daba la libertad de actuar. / “Alteza, sólo le pido una cosa: mantenga la unidad del país” (…) No me pidió preservar el régimen.
(Contexto: Elogia su generosidad final al no imponer el régimen, viéndolo como un acto de confianza y libertad para la Transición.)
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