Juicio en París a 5 miembros de la logística de ETA, incluidos Garro y Maiza

El Tribunal Correccional de París juzga hoy y mañana a cinco miembros del aparato logístico de ETA, incluidos dos de los que fueron responsables de esa estructura, Zígor Garro Pérez y Juan Cruz Maiza Artola.

Los otros inculpados son Marina Bernardó Bonada, compañera de Garro; Ekain Mendizábal -que fue detenido junto a los dos anteriores en Quézac, en el sureste de Francia, el 29 de noviembre de 2006- y Eneko Gogeascoechea, que se encuentra en paradero desconocido y tiene pendiente una orden de busca y captura.

La Justicia francesa les acusa, entre otros cargos, de pertenencia a una organización terrorista, fabricación de explosivos, tenencia ilícita de armas y munición, estafa, uso de documentación falsa y utilización de matrículas falsas.

El juicio examinará la operación policial que se llevó a cabo en Quézac, y que permitió descubrir una vivienda rural en la que vivían desde el mes anterior, en un periodo en que se supone que Garro estaba al frente del aparato logístico, después de que en 2004 sustituyera a Iñaki Esparza Luri.

Maiza Artola, por su parte, fue capturado el 26 de julio de 2007 en Rodez y el pasado 17 de diciembre fue condenado en la capital francesa a 17 años de cárcel como responsable de los arsenales de la organización terrorista.

Además, el Tribunal de lo Criminal de París había dictado diez años de cárcel el 22 de octubre de 2008 para Garro Pérez y nueve para Bernardó Bonada como responsables de una estructura de falsificación de documentos que se movió por diferentes pisos francos de ETA en Limoges, Angers y Le Mans.

De los cuatro que se encuentran encarcelados, Mendizábal es el único que no tiene por ahora condena alguna en Francia.

El pasado 22 de marzo, en una de las audiencias preparatorias del juicio de esta semana, Bernardó Bonada leyó un breve discurso en nombre de los cuatro en el que dijo que eran «militantes de ETA» y que no reconocían al tribunal.

Dos meses antes, el 25 de enero, habían protagonizado un incidente en la misma sala del Tribunal Correccional de París, después de que la presidenta, Nathalie Dutartre, les hubiera llamado la atención por los saludos efusivos que se dieron al verse y por hablar entre ellos durante la vista.