Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

OPINIÓN

«El hombre de la pajarita presentó Esta España Nuestra»

Jorge del Corral 27 Dic 2021 - 17:24 CET
Archivado en:

Con lleno hasta la bandera, el hombre de la pajarita (Inocencio Félix Arias Llamas), más conocido como Chencho Arias,  presentó en el Ateneo de Madrid su última obra: Esta España Nuestra. Mentiras, la nueva guerra fría y el tahúr de Moncloa.

Y como era obligado, el acto empezó con la canción de Cecilia (Evangelina Sobredo Galanes)

Mi querida España/Esta España viva (mía)/EstaEspaña muerta (nuestra)/De tu santa siesta/
Ahora te despiertan/Versos de poetas/¿Dónde están tus ojos?/¿Dónde están tus manos?/
¿Dónde tu cabeza?/Mi querida España/Esta España mía,/Esta España nuestra. Ay, Ay/

Mi querida España/Esta España mía,/Esta España nuestra

Mi querida España/Esta España nueva /Esta España vieja/De las alas quietas/
De las vendas negras/Sobre carne abierta/¿Quién pasó tu hambre?/¿Quién bebió tu sangre/
cuando estabas seca?/Mi querida España/Esta España mía,/Esta España nuestra. Ay, Ay/

Mi querida España/Esta España mía,/Esta España nuestra

Mi querida España/Esta España en dudas/Esta España ciega/

Pueblo de palabras/Y de piel amarga/Dulce tu promesa/Quiero ser tu tierra/

Quiero ser tu hierba/Cuando yo me muera/Mi querida España/Esta España mía,/
Esta España nuestra. Ay, Ay/Mi querida España/Esta España mía,/Esta España nuestra

A su finalización el auditorio vibró con un cerrado aplauso para la añorada protagonista de una canción inolvidable que ganó el Festival de Mallorca de 1975 y que nos dejó en los albores de la Transición en un accidente de tráfico en las Colinas de Trasmonte (Zamora), el 3 de agosto de 1976. Con 27 años Cecilia se había convertido en la más carismática de las cantautoras españolas, mediante una lírica vinculada al Existencialismo y a la canción de protesta feminista.

Y después del aplauso se entró en harina con el diplomático de la mirada inteligente y la pluma y el verbo afilado, que en Esta España Nuestra vuelve a hacer un certero, ingenioso y, en ocasiones socarrón, repaso al mundo contemporáneo de la pandemia china, diseccionando la nueva realidad y dando forma a una obra cargada de acidez, anécdotas personales y profundas reflexiones, que, en palabras del presentador del libro, el periodista José Manuel Diego Carcedo, “además de estar bien escrito es divertido en su profundidad y eminentemente periodístico porque Chencho Arias, magnífico diplomático, es y ha sido siempre periodista”. Y como periodista sin pelos en la lengua contestó a las preguntas de Carcedo, del introductor del acto y Presidente de la Asociación Andaluza, Mariano Herrador Guardia, y del público, no dejando títere con cabeza en sus respuestas.

La corrupción en la política (“Los ERES del PSOE en Andalucía son el mayor robo de dinero público –¡dinero de los parados en la región de más paro de España!- de una democracia occidental”), la “pena del telediario” de enemigos políticos contra personas honorables a las que se condena de por vida (casos Rita Barberá Nolla y Francisco Camps Ortiz), la situación en Cataluña, las acciones contra España de la Generalitat catalana en sus llamadas “embajadas”; la persecución del español en España, el asombro de los embajadores extranjeros por la manera de afrontar el secesionismo catalán; el desinterés de los gobiernos del PSOE y del PP, la falta de competencias y la pérdida de la Alta Inspección del Estado en materia educativa (aprobación de los libros de texto y habilitación de los profesores), permitiendo el adoctrinamiento en el independentismo de más generaciones de colegiales; el perverso ataque de la extrema izquierda y los independentistas catalanes, con el beneplácito de Pedro Sánchez Pérez-Castejón (“El tahúr de Moncloa”), contra el Rey Juan Carlos I, “verdadero motor y protagonista de la instauración de la democracia, configuración de la monarquía parlamentaria y promulgación de la Constitución de 1978, que además fue el que nos salvó del golpe de Estado del 23F de 1981, y de paso para debilitar a Felipe VI y cargarse la institución”; la pérdida de protagonismo de España en la Unión Europea, en Naciones Unidas y en las principales cancillerías; la supervivencia de las democracias liberales frente al modelo chino; la falta de confianza hacia España entre los principales servicios de inteligencia (estadounidense, inglés, israelí, francés y alemán) por tener en el Ejecutivo a los “socios y amigos de los chavistas y los ayatolás”; la situación creada a España por el reconocimiento de Estados Unidos del Sahara como territorio marroquí, frente a la posición de Naciones Unidas, el Frente Polisario y Argelia, “porque Francia era de la misma opinión pero jamás lo decía”; la inacción de Sánchez ante las tropelías de sus socios separatistas y comunistas del Gobierno, su falta de escrúpulos, sus redomadas mentiras (qué son ya “una seña de identidad”) y el fraude de la Ley de memoria histórica, “ocultando los crímenes de Paracuellos” (“una carnicería”, en palabras del escritor francés Michel del Castillo) y el golpe de Estado de 1934 (Revolución de Asturias), que “propició Francisco Largo Caballero y al que se ha erigido una estatua en Madrid, mientras se suprime la calle del general Moscardó”, fueron asuntos que abordó Arias con palabras críticas por la situación actual de España, en una sala en silencio que no perdía comba.

Un Chencho auténtico, sin dobleces y en plena forma, que empezó explicando el por qué del título del libro: “Antes del inicio de la pandemia -dice el Prólogo- tuvo lugar el descubrimiento de una placa en el edificio en que había vivido, un piso debajo de mi, la cantante y poeta Cecilia, hija de mi jefe en Argelia, el embajador Sobredo. En el acto, alguien comentó que el Ayuntamiento había presentado a la familia una dedicatoria en la que se mencionaban varias canciones de Cecilia y se omitía “Mi querida España”, la creación, quizá con “Ramito de violetas”, más recordada de la autora. Un malvado comentó que el ayuntamiento de Manuela Carmena había excluido “Mi querida España” porque algunos miembros de la Corporación, entre los que había concejales del grupo activista “Arderéis como en el 36”, pensaban que incluir algo con el nombre claro de España tenía un tufillo carca y franquista. Ese comentario sobre las intenciones aviesas de los ediles podía ser sesgado toda vez que accedieron pronto, a petición de la familia, a mencionar la inmortal “Mi querida España”. Título y estrofas, amén de la convulsa y para algunos desnortada España de nuestra década, han influido para que hayamos titulado así este libro”. Dicho queda. Léanlo. Les enriquecerá.

JORGE DEL CORRAL Y DIEZ DEL CORRAL

Más en Columnistas

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by