Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

OPINIÓN

Manuel del Rosal: «Oppenheimer»

01 Sep 2023 - 12:04 CET
Archivado en:

“Pero del árbol del conocimiento (de la ciencia) del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” Génesis 2:17

“La inteligencia sin amor te hace perverso”

El pasado 6 de agosto se cumplían 78 años de una muestra más de la estupidez y la perversidad del ser humano: Hiroshima fue convertida en un infierno y sus ciudadanos en conejillos de indias porque unos hombres, dominados por la perversidad de querer hacer daño y por la estupidez de creer que arreglaban algo, arrasaron una ciudad con un artilugio salido de las mentes científicas más preclaras del momento encabezadas por Robert Oppenheimer; mentes preclaras, pero al mismo tiempo, mentes perversas dominadas por la vanidad. No satisfechos con haber realizado semejante brutalidad injustificable, tres días después lo volvieron a hacer en Nagasaki. Oppenheimer jamás pidió disculpas por sus manos manchadas de sangre, ni él ni los demás científicos que participaron en el desarrollo de la primera bomba atómica.

Puedes ser la persona más inteligente del mundo, pero si careces de amor, esa inteligencia solo producirá perversión.

Blaise Pascal decía que el hombre no es ni ángel ni bestia, y quien quiera ser un ángel terminará siendo bestia. Muchos hombres que creen actuar como ángeles, actúan como bestias. Oppenheimer y sus colaboradores ya sabían antes de cometer la brutalidad de Hiroshima y Nagasaki que la bomba causaría una destrucción hasta ese momento desconocida; lo pudieron comprobar en Alamogordo el 16 de julio, sin embargo, siguieron adelante sin que les temblara el pulso. No, no se les puede llamar grandes hombres a quienes, no pudiendo alegar ignorancia, continuaron con aquella locura de perversión y muerte. Se habla de Oppenheimer como de un gran hombre. No estoy de acuerdo. No dudo que haya sido uno de los más grandes científicos mundiales, pero no un gran hombre porque utilizó su inteligencia para crear un instrumento infernal: la bomba atómica. Una perversión nacida de una inteligencia perversa; mucho más perversa por haber sido lanzada sobre civiles cuando ya los alemanes se habían rendido. Recordemos que Alemania se rindió incondicionalmente a los aliados el 7 de mayo de 1945 y a los soviéticos el 9 de ese mismo mes y que la bomba fue lanzada, la primera de Uranio 235 en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y la segunda de Plutonio 239 tres días después en Nagasaki.

¿Era necesaria tanta destrucción cuando el enemigo estaba arrodillado? ¿Qué buscaron los científicos, los políticos y los militares lanzando un infierno de fuego, calor insoportable y destrucción sobre dos ciudades y sus habitantes civiles formados por hombres, mujeres y niños? Más de 210.000 muertos y otros tantos heridos de los que solo sobrevivieron el 50%. Secuelas en forma de enfermedades, cáncer, tumores, leucemias, quemaduras horribles, deformaciones etc. que esos inocentes civiles de Hiroshima y Nagasaki sufrieron durante toda su vida. Era tal el calor que produjo la explosión que la piel se levantaba separándose del músculo. Los dibujos de las ropas de las personas quedaron estampados en la piel de quienes las vestían. Los rostros quedaron deformados de por vida. Durante años muchos niños nacían con taras.

¿Qué fin perseguían estos grandes científicos apoyados, alentados y aplaudidos por los militares y los políticos? ¿Cómo puede un hombre estar dotado de una mente superior por la naturaleza y aplicar esa inteligencia al mal?

Hoy, cuando un misil cae sobre un edificio de Ucrania causando varios muertos y heridos, a eso se le llama crimen de guerra. ¿Qué nombre deberíamos poner a las masacres de Hiroshima y Nagasaki?

MAROGA

Más en Columnistas

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by