Estamos a punto de llegar a los 50 años de la muerte de Franco y que comenzó una envidiable transición a la democracia. Pero no todo podía ser felicidad, ya que antes de completar esos 50 años, nos ha tocado y toca soportar el nefasto proceder de dos indeseables personajes, uno íntimo amigo del dictador Maduro y su mejor asesor, Zapatero, y el otro Sánchez, acaparador de los poderes de todas las instituciones del Estado, para servirse de ellas y cubrirse las espaldas.
Soportamos en la actualidad la inepnitud, la falsedad y la iniquidad del personaje tan poco aceptado y muy abucheado por el pueblo, creador de un régimen, el sanchismo, que no gobierna, solamente detenta el poder con el apoyo de lo peor de la política española, filoterroristas, independentistas y populistas bolivarianos. Como no sabe ni quiere gobernar, tan solo ocupar La Moncloa, gozar del poder y pasearse en el Falcon 900, recurre a la compra del voto, con nuestro dinero -para mantenerse en la poltrona- y la implantación de su ideología para mentalizar al mayor número posible de ciudadanos.
Entró en La Moncloa trás una leonina Moción de Censura, no exenta de traición por parte de algunos políticos y el apoyo de los otros mencionados que son tan amigos de Sánchez. Ahora, cuando no consigue ganarse al pueblo con racionalidad y buen hacer, recurre a resucitar al muerto y tirar de ideología para intentar hacernos creer que él es mejor que Franco, aunque los resultados son evidentes y ridículos para él. No voy a caer en la tentación de señalar los hechos de uno y el otro, para no incurrir en apología del franquismo, según señala la Ley de Memoria. Pero señalar todo el año 2025 como festivo por la muerte de Franco, es un intento a la desesperada de hacernos creer que él gobierna.
Pablo D. Escolar
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