El pasado 11 de noviembre nos enterábamos por los medios de la inminente desaparición del Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid (CJCM).
El ejecutivo presidido por Esperanza Aguirre pretendía, a través de su anteproyecto de Ley de Medidas Fiscales y Administrativas para 2011, acabar con el órgano de representación de la juventud madrileña.
Formado por 82 asociaciones juveniles, el CJCM es, desde 1986, el único espacio público de encuentro juvenil de Madrid.
La trayectoria de recortes sufrida por las políticas de juventud culmina con el cierre del organismo que, según la Ley que lo regula, ha de velar por los intereses de la juventud madrileña.
Según el proyecto de Ley de Presupuestos para 2011, la partida consignada al CJCM supondría un 0,0009% del presupuesto. Por tanto, la excusa del ahorro no se sostiene, y menos teniendo en cuenta el duro golpe que su desaparición supondría para la democracia y la participación.
El fin del CJCM supone la desaparición del único interlocutor de la juventud con la Administración y la vulneración del artículo 48 de la Constitución Española que dice textualmente: «Los poderes públicos promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural».
Francisco Gil (Presidente)
Paula Guisande (Secretaria)
Juan Hernández (Tesorero)
Jose Luis García
Leticia López
Alejandro Martín
Leire Zarain
Félix Daniel Martínez
Clara García
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