El esperpento español o de como Tirano Banderas Sánchez quiere perpetuarse en el poder.

Asisto, entre asombrado y asqueado a la Torre de Babel que se ha montado en el Congreso, bajo la presidencia de una politicastra de amplias tragaderas, como acredita su figura, y fracasada en Baleares, donde luchó denodadamente contra el español…

Lo que pasa en España, es de juzgado de guardia.

Y de ingreso en prisión provisional, incomunicada y sin fianza, de todos los responsables, empezando por ese nuevo Tirano Banderas, que es Pedro Sánchez.

¡Seguido de toda su séquito de 107 malandrines, que van a ir con él a Nueva York, a pasar unos días de vacaciones, a gastos pagados!

Pagados por nosotros, faltaría más, los que escasamente podemos tomarnos unos días de descanso, y eso en el mejor de los casos, y administrando el dinero mejor que un usurero judío.

Hoy deja de existir España, en términos lingüísticos, y pasamos a ser la ex España, una nación de naciones, una futura república de republiquitas que quieren seguir viviendo subvencionadas y mantenidas por los demás españoles.

Pero eso sí que no.

Si se quieren ir, que se vayan, pero con todas las consecuencias, empezando por el pago de la parte alícuota del gran pufo nacional.

En realidad, a España sólo la cohesiona el gasto público y la consiguiente bola de nieve de la deuda pública, esa gigantesca bola que amenaza con sepultarnos a todos…

El artículo 3 de la Constitución es claro y rotundo, y no admite “interpretaciones”, y menos del vasallo de Sánchez, Conde-Pumpido:

• “1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
• 2.  Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
• 3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”.

Dicho lo cual, y como forma de evitar discrepancias y problemas de interpretación, etc., ¿no sería preferible que todos los diputados rebuznaran, como lengua común de todos, o casi todos, ellos…?

Ramiro Grau Morancho

Académico, jurista y escritor