Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

Sánchez y la Famiglia de RTVE

Los géneros televisivos

Antes las hembras eran matronas, dueñas de cama y mesa, hoy son dominatrices Montero y han dejado de cocinar

Pérez de Mungía 11 May 2025 - 06:36 CET
Archivado en:

Más información

‘La familia de la tele’: el gran pinchazo de TVE que no encuentra suelo y alborota Prado del Rey

La ralea de ganapanes de la televisión púbica comandada por Sánchez ha hecho real la ideología de género, con ese linaje que se aloja entre las ingles. Como está prohibida y censurada la homofobia y la islamofobia no cabe presentar evidencia alguna del tráfico de influencias que rige en la mafia gay de la televisión púbica, hasta el punto de mostrar que el sexo impera como norma de conducta para colocar a los esbirros de Sánchez en el marco de ese silencio cómplice que solo se puede dar entre sábanas, en correspondencia con la trama presidencial. Ya se sabe que los trans, al vestirse colocan su rabo hacia la rodaja del trasero para aparentar una vulva inexistente, caso de no estar operados. Es la raza del sexo, el linaje binario, el universo de tortilleras, maricones y otras aptitudes para la emasculación y la esterilización colectiva otrora sancionada como delito al nivel internacional por vulneración de los derechos humanos.

El sexo se ha convertido en el principal contenido de la empresa que dirige un lobby «guay» una dirección manifiestamente proclive al desenfreno del orgullo, de las mallas y las plumas que muestra vestuarios kitsch con braguitas trucadoras, lencería de compresión y otras necesidades. No digo yo que no tengan derecho a ponerse hasta el pompi de chemsex para que los orificios, todos, cumplan su papel anormal en la naturaleza de cualesquiera clase de perversiones, como no puedo criticar que no se puedan ocupar en noches locas como las de Ábalos, ese desviado hetero que importa carne fresca mediterránea frente a los jamones turolenses duroc. En todo caso, que no se haga con recursos públicos y que no dejen residuos orgánicos y otros en los paradores de la red al servicio del sátrapa. Ábalos, de cuyo nombre no quiero acordarme, construyó la cruz del Valle de los caídos, la misma cruz pesada que llevamos como penitencia de la ideología cursi y fantasma de la tele de «todes». Antes las hembras eran matronas, dueñas de cama y mesa, hoy son dominatrices Montero y han dejado de cocinar.

Si los republicanos levantaran la cabeza de las cunetas donde descansan, los maricas no tendrían consuelo y morderían el piso tras ser fusilados sin compasión, pero la izquierda progresa, hacía una nueva raza transhumanista de origen desconocido. Pobre Lertxundi. Ya no quedan homosexuales reflexivos y analíticos, que piensan desde el conflicto y su identidad, como el poeta Álvaro Pombo, el matemático Alan Turing, o que respondan al designio de los tiempos donde imperaba la cordura en la cultura del emperador Alejandro Magno, del polifacético Leonardo da Vinci, del novelista Oscar Wilde y tantos otros acusados de preguntarse sobre el impacto identitario y emocional de la sexualidad. Como si fueran lo mismo que estos canallas y postizos. Entonces no contaban ni juegos ni vicios cuando aportaron a la humanidad aquel talento que nunca aportará el sindicato del culo dejando a lo sumo no mayor huella que un polvo, como el modelo Jon Kortajerena, el cineasta Alejandro Amenabar, el cantante Ricky Martin y tantos otros de la farándula del Sálvame. Al menos entre éstos no impera el tráfico de influencias para colocar a sus turiferarios oportunistas a partir del juego de sábanas, ni se supone viven del erario público.

Busque, encuentre y si encuentra una identidad no descrita, añádala. La libertad no es una palabra mágica, el sexo sí, la imaginación es gratis para determinar si Vd. pertenece a algún tipo de género televisivo de esa gran famiglia de la televisión púbica. Antes se hablaba de las cosas del querer, ahora de las cosas «queer». Lo queer es poder político y da votos. Se vota con la picha o con un sucedáneo que se introduce en la ranura de la urna del cuerpo electoral. La via genital al socialismo. Toda su libertad consiste unicamente en tener la opción de cambiar de sexo y género. Es el paraíso socialista. El cuerpo se tiene, es producto. Ya no es necesario poseer nada, se compra y se vende cuerpo. De eso sabe mucho la que fue contable de los luparanares del suegro del dueño de La Moncloa. Un trans, un voto. Lo mismo Marlaska era un usuario del chiringuito de Tribunal, por eso de que era juez. Tal vez por eso había que extinguir el cuerpo de élite de la Guardia Civil.

En televisión española existe el negocio de la carne, de eso nunca se habla, está sujeto a secreto, pero «Hay más estrellas que en el cielo», que se lo pregunten al difunto Terenci Moix, un brillante escritor que hizo un programa de cine que dejó a todos con la boca abierta. Antes se hacía cine, ahora desfiles gais desde Maspalomas, el paraíso natural de los lobbies del sexo que han convertido al municipio de San Bartolomé de Tirajana en uno de los municipios donde más se pernocta. La polla vende gracias al turismo LGTBIQ+. Desde este municipio se va a realizar la retransmisión en directo de la fiesta del orgullo, de la Televisión Púbica. Solo esperamos que se realice en horario de protección del menor para así amoloadicar el efecto educativo e inclusivo del programa navarro Skolae. Así se amplía la famiglia de la tele. Lo mismo vemos al presidente de esta nueva televisión subido en una carroza vestido para la ocasión.

El sexo se ha disociado del género, y además, se ha sustituido el segundo por el primero. Lo que a simple vista biológica determinaba la existencia de dos sexos, hombres y mujeres, ahora se ha mercantilizado y se dispone de un catálogo inmenso de géneros. Es la ley de la oferta y la demanda. Steffen Königer, diputado del partido alemán AFD se dirigió a los diputados cambiando su saludo a los diputados prusianos de la pureza democrático filonazi, antes de votar no a una propuesta «queer» empleando el mismo lenguaje inclusivo y mencionando solo 60 géneros no binarios, pero el listado no para de crecer. Examinemos la amplitud del dicccionario para que se diga propiamente, conjurando el tráfico de influencias que rige entre los sociatas entonces internacionalistas, hoy internacionalistas del coño artificial. Lo que se llamó hace tiempo amor libre. Y disculpe el lector tan larga esfera. El sexo depende de quien te toca en el club del agujero en qué agujero.

Más en Columnistas

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by