Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

Manuel del Rosal García: «Bacterias, virus y hongos. Y que no nos falten. Si no existieran, usted no estaría leyendo este artículo»

Manuel del Rosal García 17 Jul 2025 - 16:55 CET
Archivado en:

“La extinción de la bacteria Nitrobacter, que interviene en el ciclo del nitrógeno, supondría el colapso inmediato de la vida. Sin la Nitrobacter no se podría realizar la fijación del Nitrógeno”

Lo último en bacterias y virus es el descubrimiento de un híbrido de bacteria y virus, mucho más letal. Su nombre científico es: Parásitus políticus. De momento no se dispone de antídoto.

No hay semana en la que en algún canal de televisión aparezca un experto para avisarnos de que las bacterias, los virus y los hongos nos está comiendo. Ni semana en la que los telediarios, cualquier telediario, nos meta miedo con que los servicios de urgencias están a tope y que las enfermedades respiratorias y las alergias los colapsan. Si un canal de televisión quiere estar in y no out, al menos una vez al mes nos restriega por nuestras caras a través de la pantalla que todo, todo; vamos lo que se dice todo el entorno en el que se desarrolla nuestra vida está pringado de bacterias, virus y hongos. Y lo está porque nosotros somos unos guarros que ni nos lavamos las manos, ni hacemos la limpieza de nuestros hogares tal como debe ser, y nos relacionamos íntimamente con el primero o la primera que se nos pone por delante, Y todo ello en un mundo que presume de ser el mundo más aséptico que jamás hubo donde todo brilla con fulgores solares y todo huele a perfume de lavanda. Pues a pesar de ello, y según nos alarman con las infecciones, las alergias y las patologías víricas, las bacterias, los hongos y los virus nos están comiendo vivos. Sin embargo, son estos minúsculos seres los que mantienen con vida a nuestro planeta y a nosotros mismos. Un mundo sin hongos, sin bacterias y sin virus sería un mundo limpísimo y estéril, pero muerto. Y viendo esto, nos preguntamos si la invasión desmedida de estos gérmenes en nuestro organismo es la causante de que los servicios de urgencias estén hasta arriba, las alergias hayan alcanzado cotas nunca conocidas, y las epidemias no nos den respiro.

Hablemos de nuestro sistema inmunitario. Lo primero una pregunta: ¿Y si nuestro sistema inmunitario se está debilitando a pasos agigantados debido a los estándares establecidos por esta vida de progreso? Los expertos y los que, sin ser expertos han realizado un curso exprés – que son los más – sobre el comportamiento de los gérmenes que nos asolan, echan espuma por sus bocas hablando mal de esos gérmenes que nos garantizan nuestras vidas y la vida de nuestro planeta. Eso sí, jamás se preguntan si nuestro sistema inmunitario tiene algo que ver en las alergias disparadas, la invasión de los hongos, el aumento de enfermedades víricas y de infecciones bacterianas. ¡Y no digamos las enfermedades sexuales!

Un organismo sano tiene un sistema inmune sano y fuerte que defiende a ese organismo de los gérmenes que le amenazan y que le amenazan porque esos gérmenes han detectado debilidad en él. Un sistema inmune fuerte y sano es fundamental en nuestra salud y debemos cuidarlo y no pensar que ya vendrán las vacunas; muchas veces las vacunas perjudican la fortaleza del sistema inmune. Y, sin embargo, en la mayor parte de nuestra vida ni pensamos en él, solo cuando nos sacude una gripe que nos retiene incapacitados en cama hechos un guiñapo. Se preguntarán si el sistema inmune puede debilitarse; la respuesta es sí y, aunque parezca contradictorio, es ahora y desde hace años, cuando más está siendo debilitado a pesar de que hemos avanzado exponencialmente en sanidad y salubridad. Se preguntarán como es esto. La explicación es sencilla, fácil y conocida por quienes se dedican a la medicina y a la salud: Nuestra forma de vida.

El ser humano, no contento con tener que enfrentarse a seres microscópicos que le causan enfermedades, no cuida su sistema inmunológico, lo perjudica incluso a sabiendas de que lo está perjudicando.

Son varias las causas que debilitan a nuestro sistema inmune, en algunas de ellas somos nosotros los responsables. Y no debemos olvidar que si el sistema inmunitario falla, bien porque no reconoce al invasor como enemigo o bien porque, conociéndolo, no lo elimina; al carecer nuestro organismo de ese escudo protector, somos presa fácil para los hongos, las bacterias y los virus y luego pasa lo que pasa.

Las causas que debilitan nuestro sistema inmunitario y que nosotros podríamos evitar son varias: mala o desequilibrada alimentación (¿alguien cocina hoy en casa?), mala calidad del sueño cuando no pocas horas de sueño (el consumo de somníferos es brutal), obesidad, uso de medicamentos a veces innecesarios, consumo de alcohol desde tempranas edades, consumo de drogas (España es el segundo país con mayor consumo de alcohol por persona y el tercero en consumo de cocaína), mala higiene o higiene excesiva ( un estudio de la universidad de Harvard confirma que ducharse todos los días es malo debido a que, con tanta ducha, expulsamos de nuestra piel bacterias que para ella son beneficiosas, además de poder alterar el PH natural de nuestra piel), falta de actividad física, pero también exceso sin control, estrés que interfiere la acción de una respuesta inmunitaria, sobre todo estrés crónico ( ¡A ver, hay alguien por ahí que no padezca de estrés! )

Bacterias, hongos y virus cumplen una función primordial, no solo en nuestra salud, sino en el mantenimiento de la vida en el planeta y en nosotros mismos. Sin estos seres microscópicos la vida desaparecería. Con los estándares de esta vida que nos hemos montado, nuestro sistema inmunitario está siendo castigado por nuestras malas costumbres y tendencias y, si, existen bacterias nocivas, que podrían ser perfectamente detectadas y eliminadas por nuestro sistema inmune, pero claro, bastante hace este con defenderse de todos los ataques que nosotros mismos en nuestra proverbial estupidez, lanzamos contra él: Mala alimentación, falta de sueño en calidad y cantidad, obesidad, uso de medicamentos para todo, consumo de alcohol, consumo de drogas, mala higiene por defecto por exceso, falta o exceso de actividad física, estrés.

¡Si nuestro sistema inmunológico hablara!

Más en Columnistas

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by