Maíllo (PP) deja tartamudeando a Armengol: “¿Se lo ha preguntado Sánchez?”

El senador del Partido Popular, Fernando Martínez-Maíllo, ha acorralado a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, en la comisión que investiga la trama de corrupción conocida como el caso Koldo.

Afeó la actitud de víctima con la que se presentó la socialista y le recordó que, durante el confinamiento, ella se saltó las normas al irse de copas a un local nocturno, exponiendo a ciudadanos a un posible contagio y ocasionando una multa al bar.

“La única que incumplió las normas fue usted, que se fue de copas hasta las dos de la mañana en Baleares. Usted puso en peligro a los ciudadanos en un bar de copas. Yo no le quito a usted ningún mérito, pero su credibilidad, después de lo que pasó, queda mermada”.

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El popular dejó tartamudeando a la expresidenta de Baleares cuando le preguntó si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le había preguntado alguna vez sobre las compras de mascarillas en la comunidad que dirigía.

“Yo no sé si me lo ha preguntado”, respondió Armengol. Luego afirmó que solo adquirieron una comanda a la trama y que no hay nadie imputado ni investigado judicialmente en el que era su gobierno.

También entonó el “y tú más”, pero Maíllo no tragó con ello: “No venimos a hablar de mi partido, venimos a hablar de 2025 y de su gobierno; por eso le pregunto si ha hablado con el señor Sánchez de la corrupción del gobierno y del Partido Socialista”.

En cuanto a los contactos con Aldama, volvió a negar que los tuviera, pese a haber reconocido que se reunió con él porque acompañaba al dirigente de Air Europa. Dio varias vueltas para terminar negando también que hablara con Sánchez sobre el comisionista.

“Yo no sé si es irresponsabilidad o complicidad lo de Sánchez, pero si no le pregunta sobre esto, la verdad es que no hay mucho que hacer… Nunca ha hablado usted con Sánchez de Aldama, ni ha dado una explicación sobre si hubo una reunión o no. Curiosamente, no le pregunta por esto. No me extraña que le pase luego lo de Santos Cerdán y Ábalos. Claro, no quiere preguntar, no quiere saber”.

El momento de falsa indignación por parte de la presidenta del Congreso vino cuando el senador le preguntó si sabía si su secretario de organización robaba, lo que consideró que era un insulto. De la misma forma, tampoco quiso admitir que los corruptos usaban su influencia en el PSOE.

Por último, Armengol no se atrevió a poner la mano en el fuego por el partido y la posibilidad de que no haya financiación ilegal dentro de Ferraz.