De la dictadura a la democracia en 16 meses: la Dama de Blanco cubana que se sienta en una mesa electoral de Madrid

La de Álida Viso es la fascinante historia de una mujer que pasó de enfrentarse de forma pacífica a una dictadura totalitaria a participar, a miles de kilómetros de su país natal, en un proceso democrático de forma activa.

Hace año y medio marchaba junto con otras Damas de Blanco por las calles de La Habana para exigir la liberación de su marido, el periodista independiente Ricardo González Alfonso, encarcelado en 2003 por ejercer el periodismo independiente. Ahora, el 20 de noviembre de 2011, participa como miembro del Partido Popular en una mesa electoral en el Colegio Tirso de Molina del madrileño distrito de Puente de Vallecas.

Viso destaca que:

Cuando recibí el curso [de apoderados e interventores] me asombré porque no conocía nada de cómo son unas elecciones en un país democrático. Me impactó saber que en una mesa hay varios miembros de otros partidos. Venía con la costumbre de Cuba, es votar pero no elegir. Es un solo partido, una única opción.

Me impactó lo que me explicaron en el curso y cuando llegué a casa se lo dije a Ricardo. Y él me dijo: ‘pero por supuesto, Álida, es otro país.

Ricardo González cometió el «delito» de dedicarse al periodismo fuera de los medios oficiales del régimen castrista. Corresponsal de Reporteros Sin Fronteras en Cuba, presidió la Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling y formó parte del equipo de la agencia Cuba Press. En ambas iniciativas estuvo acompañado de su esposa y de su buen amigo Raúl Rivero, uno de los más destacados escritores cubanos en la actualidad. Tanto González como Rivero fueron detenidos y condenados sin garantías judiciales durante la oleada represiva conocida como Primavera Negra de Cuba de 2003. En total, 75 disidentes acabaron en prisión en aquel momento.

Muchas de las esposas, madres y otras mujeres familiares de esos represaliados comenzaron pronto a formar el grupo de las Damas de Blanco, que marchaban por las calles cubanas con gladiolos blancos para pedir la liberación de los miembros del Grupo de los 75. Álida Viso es una de ellas, pero ya antes conocía el dolor de tener a un ser querido en prisión por oponerse al castrismo. Su hermano Alfredo Viso pasó cuatro años y medio como preso político y fue liberado con motivo de la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, en 1998. El 13 julio de 2010 González fue excarcelado a cambio de aceptar marchar al destierro en España con su familia.

Las marchas de las Damas de Blanco para pedir la liberación de los presos políticos contrastan con su actividad como militante del PP que participa en campañas electorales. Si entonces eran caminatas en silencio, aguantando muchas veces los insultos y las agresiones de los agentes del régimen castrista, en España es muy diferente. Viso destaca «el júbilo de las personas que apoya a un partido, el orgullo y la alegría de identificarse con ese partido, en este caso el PP».

También destaca lo que significó poder ver el debate electoral entre Rajoy y Rubalcaba, algo impensable en su Cuba natal:

Es la primera vez que he visto los debates entre candidatos, igual que nunca había vivido antes las Navidades con los 48 años que tengo. Me resultó impresionante el debate entre un partido y otro, que genera polémica.

Son sus segundas elecciones democráticas, puesto que ya pudo votar en las autonómicas y municipales del 22 de mayo de 2011, pero las primeras en las que se sentará en una mesa electoral. Ella puede hacerlo gracias a una nacionalidad española obtenida, meses antes de saber que tendría que abandonar la isla caribeña, en virtud de la Ley de Memoria Histórica. Su abuelo procedía de Galicia.

No renuncia a, en un futuro, poder vivir la misma experiencia en su otra patria, su Cuba natal:

Por supuesto que me gustaría ser apoderada o interventora en Cuba, ya tiene una la experiencia de lo que es poder participar en un país democrático.

También, como no, piensa en el futuro de España y tiene muy claro qué partido tiene que gobernar después de estas elecciones. No hace falta explicar quién quiere que sea el próximo presidente del Gobierno.