No una ni dos sino decenas de veces han prometido Pedro Sánchez y Susana Díaz que Manuel Chaves y José Antonio Griñán tendrían que renunciar a sus respectivos escaños en el Congreso y el Senado si el Tribunal Supremo les imputaba.
La hemeroteca ha jugado una pésima pasada a ambos, metidos él y ella en un callejón con una única salida: la de apartar de sus cargos públicos a los dos expresidentes de la Junta de Andalucía.
La última vez que el secretario general del PSOE lo dijo fue el lunes de la semana pasada en una entrevista con Pedro Piqueras. Al ser preguntado qué pasaría con Chaves y Griñán de resultar imputados éste contestó: «Deberán asumir sus responsabilidades políticas».
Más explícito fue aún el 21 de diciembre pasado en el programa Salvados. «Yo te digo -dirigiéndose a Jordi Évole-, yo creo que no van a salir imputados, pero si lo son tendrán que asumir sus responsabilidades políticas», empezó señalando. «Pero tú les exigirás unas responsabilidades que ¿cuáles son?», insistió Évole. «Pues tendrán que abandonar su puesto de diputado», contestó el socialista.
En paralelo, éste es uno de los vídeos que hoy Susana Díaz querría borrar. En él, fechado el 6 de noviembre, asegura delante de los periodistas: «Cualquier persona que resulte imputada por el Tribunal Supremo o por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía va a tener que dejar el escaño. Y esto que les anuncio aquí se lo diré yo personalmente, se lo explicaré a ellos».
«Limpien su casa como yo estoy limpiando la mía» les aconsejó a los populares unos días después. A tenor de lo sucedido este lunes no pasaría la prueba del algodón.
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