No hace falta haber leído a Antonio Gramsci para saber qué es la hegemonía cultural y cómo la izquierda tiene amordazada a la casta artística.
El periodista musical Diego A. Manrique lo resume perfectamente en una interesante entrevista en Público: «En España es un riesgo que un músico se declare del PP».
El veterano locutor y columnista de El País, uno de los fichajes de la emisora municipal M21 que impulsa la alcaldesa Manuela Carmena, denuncia el miedo que existe en la comunidad musical a que te pongan el sambenito de ‘derechas’:
Aquí es un riesgo que alguien se declare del PP, como le pasó a Russian Red [en un cuestionario de la revista Marie Claire, a la pregunta «¿Izquierdas o derechas?», la cantante respondió: «Si me tengo que decantar, derechas»]. Eso es malo, porque limita lo que se puede cantar. ¡Canta lo que pienses y lo que creas! Y lo que le sucedió a ella tuvo lugar cuando aún no se había producido el gran terremoto del 15-M, Podemos y todas estas cosas.
Ya lo dijo Pablo Iglesias en una charla ante un entregado auditorio de jóvenes comunistas: «Primero la propaganda, luego controlaremos el Ministerio de Educación». Siempren contarán con la ayuda inestimable de la clásica cobardía del PP y su desprecio por las ideas y la cultura.