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Cuando llega el verano, hay algo en el aire que invita a saborear la vida con calma. Amaro del Capo, esa joya calabresa nacida en la provincia de Vibo Valentia, despliega su esencia estival con tres cócteles que capturan el alma del Mediterráneo.
Sentado a media tarde con una copa helada, puedo casi sentir el viento que baja desde Capo Vaticano, el promontorio que da nombre a este amaro, cuyas 29 plantas —frutas, raíces, flores y especias— se infusionan cuidadosamente para lograr un perfil aromático tan equilibrado como complejo. Es precisamente esa combinación la que convierte cada sorbo en un pequeño tributo a la tradición italiana y a la cultura del aperitivo.
La historia de Gruppo Caffo 1915, la familia destiladora detrás de esta bebida, también tiene sabor: desde que Giuseppe Caffo empezó a destilar orujo en 1915 en Limbadi, pasando por la expansión internacional y adquisiciones como la del Petrus holandés o el legendario Elisir Borsci, han crecido sin perder el pulso artesanal. Esa mezcla de patrimonio y audacia es parte del carácter que se aprecia en cada botella.
Sobre esa base surge el primer cóctel que quiero proponerte: Capo Tonic.
Imagínalo así: vierte 4 cl de Amaro del Capo helado a −20 °C directamente del congelador, añade 10 cl de tónica (idealmente Bisleri Indian Tonic), un chorrito de lima y una rodaja para adornar. Se presenta en copa de vino para que se conserve frío más tiempo y funciona como un soplo fresco en días cálidos. Esa lima potencia la chispa cítrica del amaro y refresca sin perder la profundidad heredada de Calabria.
Continuamos con algo con un punto más atrevido: el Capo Arrabbiato Spritz.
Aquí entra en juego la versión Red Hot Edition, la variante picante que aporta un carácter inesperado. Mezcla 6 cl de esa edición, 9 cl de Prosecco DOC Extra Seco y 3 cl de soda. Decora con un twist de limón y guindilla fresca, y servicio en copa de vino para conservar elegancia. El resultado: una dolce vita con chispa, perfecta para compartir mientras el sol cae en el horizonte.
Y para cerrar la trilogía, llega el Negroni del Capo, un homenaje al clásico milanés pero con la impronta calabresa.
Se mezcla 3 cl de Amaro del Capo, 3 cl de ginebra Emporia, 3 cl de vermú rojo y un chorrito de Peychaud’s Bitter. Se sirve en vaso old fashioned con twist de pomelo rosa. Es un trago equilibrado, con notas herbales y amargas que se suavizan con la fruta y la estructura clásica del Negroni
Cada uno de estos cócteles tiene su propia personalidad, pero todos comparten ese encanto mediterráneo: frescura, equilibrio, calidez y autenticidad. Son cócteles diseñados para saborear sin prisa, para sentir el pulso del sur de Italia sin salir de tu terraza o bar favorito.
Amaro del Capo no es solo una bebida: es un viaje sensorial. Su receta se basa en plantas autóctonas calabresas, y cada ingrediente es recolectado en su punto óptimo para preservar aroma y matiz. Esa cadena de valor desde el campo hasta la copa aporta una calidad difícil de igualar.
Pero no es solo sabor: es historia viva. Caffo ha sabido crecer—ganando premios como la Gran Medalla de Oro en Bruselas o el reconocimiento en Neustadt—sin perder su identidad local. Y hoy, con presencia en más de 70 países, sigue siendo un ejemplo claro de cómo tradición e innovación pueden caminar juntas.
La clave de su frescura reside también en cómo se sirve: a −20 °C. Esa temperatura potencia las notas de menta, anís y regaliz, suavizando el dulzor sin diluirlo, mientras que en coctelería permite integrar Amaro del Capo como base en recetas modernas sin perder su carácter.
Y entre copa y copa, uno siente que ha transportado un trozo del sur italiano a su verano.
Capo Tonic es perfecto para empezar, ligero y refrescante. Arrabbiato Spritz añade un giro estival más firme y chispeante. Negroni del Capo cierra el recorrido con elegancia, para quienes disfrutan saboreando cada nota.
No necesitas ser bartender para brillar. Solo ten el amaro bien frío, unas buenas tónicas o prosecco y unas frutas frescas para guarnición. Invita a amigos, haz que la conversación fluya, acompaña con música suave o una charla alrededor de una mesa. El resultado será una experiencia sencilla y mediterránea que conecta emociones y sabores.
Si al final sientes que el verano te exige más disfrute, recuerda que puedes acompañar estos cócteles con maridajes: anchoas, aceitunas, quesos suaves o incluso pequeños bocados como bruschettas con tomate y albahaca. Todo suma cuando quieres evocar la dolce vita italiana desde casa.
Y de fondo, la historia de Caffo sigue su curso: de una destilería en las laderas del Etna a una presencia global con filiales en EE.UU., Alemania o Holanda. Sus logros, como la creación de bebidas prémix en lata o la adquisición del Bitter Petrus, moldean hoy un grupo moderno que respeta su esencia.
Si buscas una experiencia veraniega diferente, mejor que lo común, prueba estas tres propuestas. Cocínalas con calma, sírvelas con hielo y comparte la historia: el origen familiar, los ingredientes calabreses, el espíritu del aperitivo italiano. Esa es la mezcla que convierte un trago en una memoria.
En definitiva, Amaro del Capo ofrece más que irresistibles cócteles: propone un verano con alma italiana. Tranquilo, sabroso y memorable. Si quieres que prepare una versión con fotos o adaptada para redes, estaré encantado de ayudarte.
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