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Crónica de un Bar que se ha Convertido en el Favorito del Barrio

EL BUEN: Un Año de Esencia, Terraza y Sabores que ya Saben a Casa

Producto Excelente, Diseño con Alma y una Terraza Climatizada para Quedarse desde el Vermú hasta la Cena

Brígida Gallego 23 Oct 2025 - 11:18 CET
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Hay sitios que, al cruzarlos por primera vez, ya tienen ese aura de clásico futuro. Lugares que no necesitan gritar para ser escuchados, porque su propuesta honesta y bien ejecutada habla por sí sola. EL BUEN, en el número 5 de la arbolada calle Hermanos Bécquer, es uno de ellos. Acaba de soplar su primera vela, pero su sensación es la de ese bar de siempre al que, instintivamente, siempre apetece volver.

Su primer aniversario no es solo una cifra en el calendario. Es la consolidación de un concepto que nació para homenajear la esencia del bar de barrio, pero con la excelencia del producto y el diseño del siglo XXI como bandera. Y lo celebra por todo lo alto, con dos novedades de peso que cualquier madrileño (o visitante con buen gusto) agradecerá: una terraza climatizada de dos ambientes y una carta renovada que respeta sus clásicos y suma emocionantes novedades.

Un Año que Sabe a Quedarse

Pocos proyectos de hostelería logran, en solo doce meses, esa sensación de pertenencia. “Queríamos homenajear a ese bar al que ir cada día”, comparten sus propietarios, Ángel Zalduegui y Borja Conde.

Su filosofía es tan sencilla como poderosa: crear “ese sitio de toda la vida donde poder ir a tomar el aperitivo o quedarte a comer. Un lugar donde sabes que te van a tratar con cariño y te van a ofrecer lo mejor que tienen cada día.”

Esa intención se ha materializado en un espacio donde la cercanía del trato y la calidad del producto son el verdadero lujo. No es un restaurante de paso; es un lugar donde quedarse. Y ahora, con la nueva terraza, esta idea se expande y se enraíza aún más en la calle.

La Terraza: Un Salón Extra en Hermanos Bécquer

La terraza de EL BUEN es mucho más que unas mesas en la acera. Es una extensión natural del local, pensada para disfrutar del aire libre con la misma comodidad y estilo que en el interior. Está inteligentemente dividida en dos zonas que se adaptan a distintos momentos y estados de ánimo.

Por un lado, encontrarás una área de mesas bajas con sombrillas, de acceso libre y sin necesidad de reserva. Perfecta para una caña improvisada, un vermú o un café. Por otro, un salón al aire libre más amplio y completamente acondicionado, disponible con reserva previa. Es el espacio ideal para comidas o cenas más pausadas, donde la climatización garantiza el confort sin importar el capricho del tiempo madrileño.

Este nuevo pulmón refuerza la vocación de EL BUEN: un sitio donde la experiencia no tiene prisa, “desde el aperitivo hasta la sobremesa”.

La Carta: Lo Mejor de lo Clásico y la Emoción de lo Nuevo

En la cocina, la evolución es igual de acertada. La nueva carta crece sin complejos, pero sin perder ni un ápice de su esencia. Es un ejercicio de equilibrio perfecto entre el respeto a los éxitos que han conquistado a la clientela y la introducción de propuestas que amplían el horizonte gastronómico.

Aquí no desaparecen los platos que ya son leyenda. Puedes (y debes) seguir pidiendo las gildas, perfectamente ensartadas; las croquetas de jamón ibérico, cremosas y con ese punto justo de jamón; las bravas con su doble salsa, la ensaladilla rusa de textura impecable, el contundente y delicioso mollete de rabo de toroEl Buen mixto o el explosivo pepito de chistorra. Son los pilares que sostienen la casa.

A estos clásicos se suman novedades que invitan a explorar y compartir. Los buñuelos de bacalao, esponjosos y ligeros; el tomate tonnato, una versión refrescante del clásico vitello tonnato; los torreznos crujientes o los piquillos rellenos de morcilla, un acierto de sabores terrosos y dulces. También llega una burger de la que solo preparan unidades limitadas cada día, asegurando su frescura, y los siempre sugerentes “fuera de carta”, que cambian diariamente y son la excusa perfecta para dejarse sorprender por la creatividad de la cocina.

Propuestas que dialogan con otros clásicos ya consolidados como la gilda casera, el steak tartare o los siempre reconfortantes huevos rotos. Y para el final, un dilema en forma de postre. Junto a la irresistible firma de El Buen Chocolate y el sublime Flan de queso, ahora se suman el lemon pie, con su punto justo de acidez, y la húmeda y especiada tarta de zanahoria. Elegir es lo único complicado.

La Bebida: Un Maridaje Perfecto

Una experiencia así merece una compañía líquida a la altura. EL BUEN lo sabe y ofrece una carta de bebidas tan cuidada como la de comida. Destaca su selección de vinos, con más de 80 referencias donde el txakoli tiene un protagonismo especial, ideal para maridar con muchos de sus platos.

El vermú, creado en exclusiva por Dry Bar, es ya un imprescindible para empezar cualquier comida. Completan la oferta destilados selectos y una carta de cocktails interesante y bien elaborada, que demuestra que aquí no se descuida ningún detalle.

Un Diseño que Cuenta una Historia

La experiencia en EL BUEN es sensorial y comienza desde que pones un pie dentro. El estudio Néstor Marcos Architecture ha sido el artífice de un diseño interior que es un acierto total. Es desenfadado y elegante a la vez. La cocina abierta, visible a través de un amplio ventanal, no es un simple recurso estético; es una invitación a ser testigo del trabajo bien hecho, de la preparación de los platos con mimo.

Las mesas altas y las barras con cubiteras integradas, junto a cómodos taburetes, fomentan esa conexión fluida entre comensales y camareros que hace que todo sea más amable y cercano. Los materiales hablan de calidad y calidez: maderas nobles, mármoles exquisitos y una paleta de tonos neutros que se realzan con una iluminación estudiada al milímetro.

Todo este universo visual se cohesiona gracias al desarrollo de marca e identidad, con ilustraciones y detalles únicos creados por la artista gráfica Amalia Aranguren. Su trabajo, “basado en un estilo clásico reinterpretado desde la postmodernidad”, enriquece el proyecto y juega con tipografías que mantienen ese estilo elegante pero sin pretensiones que define al local.

EL BUEN no es solo un restaurante. Es la materialización de una idea feliz: que se puede rendir tributo a la tradición de los bares de siempre elevando al máximo la calidad del producto, el diseño y el servicio. Un año después, con su nueva terraza y su carta ampliada, se consolida como ese rincón al que siempre apetece regresar. Porque, al fin y al cabo, en Madrid ya hay un BUEN sitio.

EL BUEN
Hermanos Bécquer, 5. Madrid.
www.elbuen.es
Ticket medio comida: a partir de 35 €
Abierto de martes a domingo a partir de las 11:00 h.
Cierra domingo noche y lunes.
Recomendable reservar, especialmente para la terraza cubierta.

 

 

Brígida Gallego

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