El 11 de julio de 2002, este homínido ceutí que suscribe, por aquel entonces un muchacho que, por lo que fuese, se encontraba en la terraza de casa despierto a muy tempranas horas de la mañana, asistió a la circunstancia de varios helicópteros del ejército español que pasaron a pocos metros de sus narices, volando muy bajo y a toda velocidad, despertando enorme curiosidad. Pocas horas después el hecho apareció en todos los telediarios, que aclaraban que se había tratado de una operación militar relámpago que tenia el objetivo de acabar con la crisis bilateral entre España y Marruecos por la ocupación y soberanía disputada por la pequeña isla de Perejil, contigua a la Ciudad Autónoma de Ceuta. Esta noticia que, perdonen el comentario inevitable, se encontraba desde hace días en todas las salsas de la actualidad, no sólo en nuestro país, llega en formato de docuserie de tres capítulos de la mano de Movistar + y El Terrat, con ánimo divulgativo y de contextualización. La miniserie viene a revisar parte de nuestra historia cercana, desde la óptica fundamentalmente del bando español, por parte de miembros del gobierno de la época (incluido el mismísimo señor “Ánsar”, que dirían en yankilandia, con una realización sin estridencias, efectiva, clarificadora, que desvela algún que otro detalle desconocido y de interés, a la vez que se presenta con el metraje justo para que el espectador mantenga el interés por un conflicto que muchos se tomaron a chufla (por el nombre de la “joya” en disputa, por la lejanía de los enclaves africanos o por las ganas de guasa hispanas, vaya usted a saber), pero que bien pudo con menos suerte haber desembocado en palabras mayores entre un miembro de la OTAN y un supuesto socio preferente.
La producción se acomoda demasiado en lo maniqueo y no cuenta de manera sólida con la voz de la otra parte en liza (Marruecos), y quizá cae en la tentación de imprimir más épica de la cuenta a partir de la mitad del segundo episodio, pero posee la virtud de no tropezar con grandilocuencias y de mostrarse lo suficientemente interesante como para que el respetable agradezca la lección de historia bajo el subtítulo de que “No somos nada si no tenemos memoria, y no tendremos futuro si no conocemos nuestro pasado, aunque sea el más cercano y en forma de chiquitito trozo de roca que resultó importar más de lo que parecía, especialmente a una población residente en la ciudad africano-española vecina, siempre con la sombra del conflicto geopolítico soberanista con el premio del control del estrecho de Gibraltar como espada de Damocles, y que mayoritariamente vivió aquel desenlace con júbilo.
¿Anécdota cómica?, ¿sobreactuación militar española ante la ocupación de un peñasco deshabitado? ¿Ínfulas de gloria con pretensión de sacar músculo internacional? ¿Orgullo nacional y reputacional? ¿Defensa necesaria de la soberanía territorial ante una afrenta intolerable para el gobierno de un país soberano? Todas estas preguntas sobrevuelan como los helicópteros que aquel amanecer se encaminaba según el plan establecido hacia el islote y cuya reflexión queda a cargo del espectador.
Dirección: Tian Riba. Año: 2025. País: España. Duración: 50 min. Género: Serie de TV. Documental. Miniserie de TV. Política. Intérpretes: Documental. Guion: Gabriel García-Soto, Eduardo Marín, Tian Riba. Música: Carlos M. Jara. Fotografía: Lati Maraña. Productora: Movistar Plus+, El Terrat. Estreno en España: 10 julio 2025.
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