Pufo laboral de la UGT

Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo no tendrán mañana un mitin del todo agradable en Tenerife. Cierto es que quien debe temer más la cita en el pabellón Santiago Martín es el secretario general de UGT. ¿El motivo? Que su sindicato dejó a cerca de 200 trabajadores de la empresa Fundescán, gestionada por el propio sindicato, a verlas venir.

Ocho meses en una situación de limbo laboral y jurídico. Si Méndezdesconocía este asunto (algo que por otra parte no es así), los empleados de esta Fundación se lo van a recordar punto por punto.

Felipe Ortega, presidente del comité de empresa de la Fundación para el Desarrollo Social de Canarias (Fundescan), explicó que «aprovecharemos la presencia de Méndez y Toxo para recordar al primero el problema en el que llevamos sumidos desde hace ocho meses».

Ortega, por prudencia, no quiso entrar en detalles sobre la que le tienen preparada al líder de la UGT porque, añadió, «se trata de sorprender e igual, si anticipamos nuestros movimientos, no podemos hacerle llegar nuestras reivindicaciones, que son bien claras».

El máximo exponente de los trabajadores de Fundescán recordó que «ahora mismo nos encontramos en una situación de limbo laboral y jurídico porque los empleados no pueden ir al paro, al no estar despedidos, pero tampoco pueden firmar otro contrato de trabajo al mantener una relación laboral con una empresa que no les paga».

Ortega fue contundente a la hora de afirmar que le extrañaba mucho que Méndez no supiese nada de la situación de Fundescán. Explicó que «en su momento, organizamos una cena benéfica para que una veintena de compañeros pudieran desplazarse a Madrid, a la sede de la UGT en la calle Hortaleza, para hacerle llegar nuestras preocupaciones a Méndez y que solucionase el problema. Casualmente, ese día no estuvo en la sede».

Lo que Ortega (ni nadie con un mínimo de sentido común) entiende es como un sindicato, que debe proteger a los trabajadores, se permite «dejarlos colgados de la brocha y sin más explicaciones».

Fundescán, que se financiaba con dinero público, tiene una deuda de 9 millones de euros. Este hecho, arguyó Ortega, «debe de ser explicado por Méndez y que exponga cómo se puede generar una deuda así y que encima se mire hacia otro lado, como si nadie en la UGT tuviese responsabilidades».

Eso sí, el gerente de la entidad, Carlos Ucha, que es sindicalista reconocido de la UGT, niega ahora cualquier vinculación entre la central sindical y Fundescán.

Ortega también volvió a reclamar que las administraciones que han subvencionado a la Fundación, entre ellas el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Tenerife, el Servicio Canario de Empleo y el Instituto Canario de la Mujer, «nos echen una mano porque estamos hablando del futuro de más de 160 familias que han sido abandonadas a su suerte por el sindicato».