Aylén Milla no ha aguantado más la presión y rompió a llorar tras saber que el 78% de la audiencia, aunque contaba con el apoyo de casi todos sus compañeros, creía que había fastidiado, en su intención de reconciliarse con Marco Ferri, su participación en el concurso.
La novena expulsada mostró su frustración, haciendo uso del lenguaje soez al que tristemente estamos ya acostumbrados.

Considera injusto que la juzguen, olvidando, al parecer, que su presencia en un programa con este formato, consiste exactamente en eso.
El final se acerca y cada vez más, los nervios jugarán malas pasadas a los concursantes.
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