Lo peor de las jornadas en la playa, excluyendo a los vecinos pesados, es a menudo emprender el regreso a casa con arena pegada al cuerpo. No te agusties porque todo es cuestión de polvos. Un poco de talco, basta
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home