Por José María Arévalo
( El Castillo de Portillo, en cuya torre hay un vertice geodésico)
No hace muchos años subí a la torre del castillo de Portillo con mis hijos, mi mujer y una amiga andaluza de ella, a la que enseñábamos el campo vallisoletano, y tuve el valor de encaramarme al techo por arriba, donde está instalado un punto geodésico, y me senté en él (este del castillo es plano, no tiene pilar), con cierto vértigo, para dar ejemplo y animar a los demás a subir la escalerita que permite acceder el techo de la torre. La vista desde allí es impresionante. Y así fue mi encuentro con un punto geodésico, sobre el que hace poco me he encontrado un buen artículo de Roberto Zamarbide en La Gaceta Regional de Salamanca, que titula “Los pilares sobre los que se tejen los mapas”. Es una buena explicación de estos puntos geodésicos, que me parece vale la pena reproducir.
“Nos los podemos encontrar -explicaba el artículo- en cualquier salida al campo. En la provincia de Salamanca existen nada menos que 242 y en el conjunto del territorio nacional hay más de 11.000. Estos misteriosos totems de hormigón se llaman vértices geodésicos y desde hace décadas marcan los puntos que ayudan a los geógrafos a dibujar con precisión los mapas. Por regla general, los vértices geodésicos están situados en zonas elevadas del terreno, sitios altos y despejados con buenas vistas panorámicas desde los que se pueden divisar otros puntos similares.
Constan de una base cuadrada de hormigón sobre la que se eleva un cilindro de 1,20 cm. de altura y 30 cm. de diámetro, de color blanco. Las sucesivas redes de vértices geodésicos fueron desarrolladas en España por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) a partir de la segunda mitad del siglo XIX. La primera, llamada Red de Primer Orden, fue establecida en 1877 y estaba formada por triángulos de entre 30 y 70 km. de lado. Esta red se fue intensificando en sucesivos pasos hasta que los lados de cada triángulo se redujeron a entre 5 y 10 kilómetros.
Desde 1970, la estructura se ha simplificado en dos categorías: la Red de Primer Orden y la Red de Orden Inferior (ROI). Cada uno de estos monolitos exhibe además como única inscripción una placa ovalada, originariamente de color verde, que recuerda que desde 1975 están protegidos por la Ley sobre Señales Geodésicas y Geofísicas. Sobre el cilindro, los geógrafos colocan el instrumental topográfico que utilizan para realizar mediciones cuyo objeto es elaborar, posteriormente, representaciones cartográficas que después son utilizadas con fines diversos.
Las redes sociales nos muestran a menudo hoy día a los vértices geodésicos como referencia en las fotos de nuestras excursiones al campo y a la montaña. En la provincia de Salamanca, los 242 monolitos se extienden por toda la geografía y algunos fueron situados en cimas destacadas como la Peña de Francia, el Arapil Grande, el Pico Cervero, el Cerro Berrueco y, en la Sierra de Bejar, el Calvitero, el pico más alto de las provincias de Salamanca y Cáceres y muy cerca de la encrucijada que forman con el límite de Ávila. Ciudad Rodrigo, con cinco, es el municipio con más vértices geodésicos en su demarcación: no en vano es el término municipal más extenso de la provincia.
La capital cuenta con dos: uno de ellos preside la loma situada a la izquierda de la salida hacia Villamayor, tras dejar atrás el casco urbano, y el otro está en el paraje de las Cabezas, en lo alto de un campo de cereal ente el poligono de Los Villares y el camino de Moriscos. Con la irrupción en la observación geodésica del GPS y las mediciones por satélite, se puso en marcha una nueva red REGENTE (Red Geodésica Nacional por Técnicas Espaciales) basada en 1.200 vértices de la ROI.
Más recientemente, el IGN desplegó una nueva red de observación continua, la Red de Estaciones de Referencia GNSS, que ofrecen datos de forma gratuita y en tiempo real, y están a su vez integradas en las redes internacionales. Cuenta con tres estaciones en Salamanca, en Encinas de Abajo, Béjar.
“GUERRA DE BANDERAS” TAMBIÉN EN LOS VÉRTICES
Unos lo considerarán reivindicación y otros puramente vandalismo. Lo cierto es que algunos de los postes cilíndricos repartidos por nuestra geografía ya no exhiben el preceptivo color blanco que establece la norma y han sido convertidos en banderas bien visibles. Como el poste de Navazo Alto en Cádiz, que luce los colores republicanos, y el de Peña Castillo, en Cantabria, con la rojigualda.
EN LO ALTO DE HOSPITALES, VIVIENDAS Y DEPÓSITOS
Como dato curioso, una ciudad de gran superficie urbanizada como Madrid ha resuelto la necesidad de ubicar de forma visible los vértices que le corresponden colocándolos en las azoteas de centros sanitarios, como el hospital 12 de Octubre, el de la Princesa, el Gómez Ulla, sanatorio SEAR y la Clínica de la Zarzuela, Fuera de la capital, pueden encontrarse sobre depósitos de aguas y edificios de viviendas.
EL MÁS GRANDE, EN EL CENTRO DEL PAÍS.
Durante años se ha considerado el centro geográfico de España, aunque hay quien lo sitúa algo más al oeste. El monumento que corona el Cerro de los Angeles en Getafe (Madrid), levantado en 1919 , demolido en la Guerra Civil y reconstruido el 30 de mayo de 1965, fue popularmente conocido como el centro geográfico de la península gracias al apoyo del régimen franquista por su valor simbólico religioso. El conjunto, de 28 metros de altura, está coronado por una imagen del Sagrado Corazón de 9 metros. Hoy está considerado como un vértice geodésico más de la red de la península.”
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