Aunque esta diferencia parece mínima, tiene importantes implicaciones en la circulación oceánica, el clima global, la navegación y en grandes proyectos de ingeniería como el Canal de Panamá.
Esta variación se considera al establecer rutas de barcos, operaciones petroleras en alta mar, pesca, búsqueda y rescate, y en mecanismos para contrarrestar derrames de petróleo y otras operaciones marítimas.
Sorprendentemente, las aguas que bañan Chile, Perú, Ecuador y Colombia son más altas que las de Argentina, Brasil y Uruguay debido a que el océano Pacífico es más alto que el Atlántico. Estos dos océanos forman una masa continua de agua salada que cubre más del 71% de la superficie de la Tierra. Pero, si son continuos, ¿cómo saben los científicos que hay una diferencia de altura?
«La altura del mar es un parámetro que se puede estudiar desde el espacio», explica Susannah Buchan, oceanógrafa y profesora visitante de la Universidad de Concepción, en Chile.
«Con satélites podemos estudiar la temperatura, la clorofila y otros parámetros para entender distintos procesos físicos en el océano que impactan la biología marina», añade.
Para obtener una visión completa de la topografía marina, los científicos usan tanto la red de mareógrafos como mediciones satelitales. Los satélites altimétricos, como el Jason-3 de la NASA y la Agencia Espacial Europea, emiten pulsos de radar hacia la superficie del mar y miden el tiempo que tarda la señal en regresar. Esto permite calcular la altura de la superficie oceánica con una precisión de unos pocos centímetros. Los datos recogidos durante décadas permiten crear modelos detallados de la superficie marina, revelando las variaciones de altura a escala global.
Varios factores explican esta diferencia de altura. Entre ellos, algunos tienen un impacto temporal como las mareas o la actividad volcánica submarina. Sin embargo, hay fuerzas que causan un desnivel permanente, como la densidad del agua.
«La densidad, que provoca la diferencia de altura, se debe a la salinidad: el Atlántico es más salado que el Pacífico», indica Osvaldo Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía de Chile y académico de la Universidad de Concepción. «El Atlántico es más denso que el Pacífico, por lo que las presiones se equilibran en profundidad, empujando la parte más densa hacia la menos densa».
La cadena montañosa que atraviesa América también influye. «La cordillera de los Andes, la cordillera de la Costa y las Rocosas en América del Norte generan una barrera que hace que llueva más sobre el océano Pacífico, disminuyendo su salinidad», añade el experto. Esto contribuye a la menor densidad y mayor altura del Pacífico.
Otro factor es la temperatura del agua, que también afecta la densidad. El agua caliente es menos densa que el agua fría, y el Pacífico tiene una temperatura promedio ligeramente más alta que el Atlántico, lo que lo hace menos denso y más alto.
La topografía del fondo marino también juega un papel en la distribución del agua y, por ende, en el nivel del mar. Las fosas oceánicas y las montañas submarinas actúan como obstáculos en el movimiento del agua, influyendo en la circulación oceánica y generando variaciones en la altura del mar.
Los patrones de viento también son un factor. «En América Latina, los vientos asociados a la corriente de Humboldt empujan el agua desde Chile hacia Indonesia, variando la altura del mar», señala Buchan.
Con el cambio climático, la subida del nivel del mar no es uniforme. Por ejemplo, frente a las costas de Chile, el nivel del mar casi no ha subido, a diferencia de lo que ocurre en Australia, debido a la variación en el calentamiento oceánico.
El Canal de Panamá se ve afectado por esta diferencia de altura entre el Pacífico y el Atlántico. El sistema de esclusas del canal permite la navegación de barcos entre estos dos océanos de diferente nivel. Sin esclusas, se formaría una corriente peligrosa debido a las diferencias de mareas en cada costa de Panamá. Por lo tanto, las esclusas son necesarias para la navegación segura, incluso si el nivel del mar fuera igual en ambos lados.
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