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¿Por qué no es apta para el consumo humano?

Si las ballenas, los delfines y otros animales beben agua de mar, ¿por qué los seres humanos no podemos?

La sed en alta mar, un dilema para los navegantes

Mario Lima 21 Dic 2024 - 06:43 CET
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El agua es esencial para la vida, pero no toda el agua es igual.

Mientras que las vastas extensiones de los océanos pueden parecer una fuente inagotable de hidratación, la realidad es que para los seres humanos, beber agua de mar puede ser más perjudicial que beneficioso.

A diferencia de las ballenas y los delfines, nuestros cuerpos no están diseñados para procesar grandes cantidades de sal, lo que convierte al agua marina en un peligro potencial para nuestra salud.

Imagina que estás en medio del océano, rodeado de agua por todas partes, pero sin poder beber ni una gota.

Suena a una cruel ironía, ¿verdad? Pues esta es la realidad a la que se enfrentan los náufragos y navegantes en alta mar.

La tentación de beber agua salada puede ser grande, pero las consecuencias pueden ser fatales.

El problema radica en la concentración de sal.

El agua de mar contiene aproximadamente un 3,5% de sal, lo que equivale a unos 35 gramos por litro.

Para ponerlo en perspectiva, nuestro cuerpo solo puede manejar una concentración de sal de alrededor del 0,9% en la sangre.

Esta diferencia es crucial y explica por qué beber agua de mar puede ser tan peligroso.

Cuando ingerimos agua salada, nuestros riñones se ven obligados a trabajar horas extra para eliminar el exceso de sal.

El problema es que para hacerlo, necesitan usar más agua de la que hemos consumido.

El resultado es una deshidratación progresiva que, en casos extremos, puede llevar a un fallo multiorgánico e incluso a la muerte.

Como explica la nutricionista María Girona«Aunque aportara algún beneficio, como los efectos perjudiciales son tan elevados, su consumo nunca nos compensaría. Así que tomar agua de mar jamás será una buena opción».

La experta añade que la concentración de sales en el interior y exterior de nuestras células tiene que estar muy regulada, y no puede haber demasiada variabilidad.

Si esto ocurre, las células expulsan agua para conseguir ese equilibrio, y aquí es cuando nos deshidratamos.

Pero entonces, ¿cómo lo hacen las ballenas y los delfines? Estos mamíferos marinos han evolucionado para adaptarse a su entorno salado.

Sus riñones son mucho más eficientes que los nuestros en la eliminación de sal, y además tienen glándulas especiales que les permiten excretar el exceso de sal a través de sus lágrimas y orina.

Ahora bien, ¿cuánta agua necesitamos realmente los humanos para mantenernos saludables?

Según la Secretaría de Salud de México, se recomienda consumir entre seis y ocho vasos de agua al día.

Esto no solo nos mantiene hidratados, sino que también cumple funciones vitales en nuestro organismo.

El agua es crucial para el transporte de nutrientes a las células, colabora en el proceso digestivo, la respiración y la circulación sanguínea.

Además, interviene en la contracción de los músculos, da flexibilidad a los tejidos y participa en el buen funcionamiento del cerebro y los nervios. Como si fuera poco, también ayuda a regular la temperatura corporal y retrasa el proceso de envejecimiento.

Pero, ¿qué pasa si no bebemos suficiente agua? La deshidratación puede tener consecuencias graves.

De hecho, el cuerpo humano puede sobrevivir semanas sin comida, pero solo unos pocos días sin agua. Según los expertos, en condiciones normales, una persona no puede sobrevivir más de 3 a 5 días sin ingerir líquidos.

La importancia del agua va más allá de nuestra salud individual.

Como señala la Fundación Aquae, el agua es un regulador natural del clima y es fundamental para mantener el equilibrio de los ecosistemas terrestres.

Sin agua, la estabilidad del funcionamiento entre seres vivos y su entorno se debilitaría considerablemente.

En el contexto actual de cambio climático y escasez de recursos hídricos en muchas partes del mundo, la gestión responsable del agua se ha convertido en un tema de vital importancia.

Según la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, el agua es un elemento de la naturaleza que integra los ecosistemas naturales y es fundamental para el sostenimiento y la supervivencia de la vida en todo el planeta.

En conclusión, aunque estemos rodeados de agua en el mar, no toda el agua es apta para nuestro consumo.

La evolución nos ha dotado de un cuerpo maravilloso, capaz de realizar funciones increíbles, pero beber agua de mar no es una de ellas. Así que la próxima vez que estés en la playa y te entre sed, mejor busca un chiringuito. Tu cuerpo te lo agradecerá.

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