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NUEVOS AVANCES GENÉTICOS QUE DESAFÍAN LOS LÍMITES

El ambicioso y peligroso proyecto de crear ADN humano artificial: ciencia, ética y un futuro impredecible

La creación de ADN humano artificial reescribe las fronteras de la biología y abre interrogantes éticos, legales y sociales sin precedentes

Periodista Digital 02 Jul 2025 - 01:02 CET
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Imagínese un futuro en el que la genética humana pueda ser diseñada desde cero. Ya no hablamos solo de editar genes aquí y allá para corregir enfermedades o mejorar rasgos; ahora, la tecnología permite crear secuencias completas de ADN humano completamente artificiales, como si se tratara de componer una melodía inédita a partir de notas sueltas. Este escenario, que hasta hace poco parecía sacado de una novela de ciencia ficción, es ya una realidad emergente que está empezando a cambiar las reglas del juego en la biología, la medicina y la sociedad.

El proyecto para crear ADN humano artificial ha sido presentado coincidiendo con el aniversario del Proyecto Genoma Humano. Si aquel hito consistió en cartografiar los genes que nos definen, el nuevo reto va mucho más allá: sintetizar cromosomas humanos completos en el laboratorio, controlando cada base nitrogenada y ensamblando genomas con precisión milimétrica. La idea es tan fascinante como inquietante: por primera vez, los científicos pueden fabricar los manuales de instrucciones de la vida sin depender de material biológico extraído de personas reales.

¿Por qué crear ADN desde cero?

Las aplicaciones médicas son tan evidentes como revolucionarias. La posibilidad de construir fragmentos o incluso cromosomas enteros abre puertas a terapias personalizadas, órganos sintéticos y nuevas formas de combatir enfermedades genéticas. Además, permite comprobar experimentalmente cómo funciona realmente el ADN, probando teorías que hasta ahora solo podían validarse en organismos vivos modificados, con todas las limitaciones éticas y técnicas que eso implica.

Pero aquí surge la primera paradoja: el mismo avance que promete curar males incurables puede ser utilizado para fines mucho menos nobles. La tecnología ofrece un control sin precedentes sobre los sistemas vivos, pero también plantea riesgos inéditos si cae en manos equivocadas.

Los peligros latentes: entre la biología sintética y la ciencia ficción

Los expertos advierten sobre varios peligros evidentes:

«El genio ha salido de la botella», afirma Bill Earnshaw, pionero en cromosomas artificiales. Las restricciones técnicas existen hoy, pero una organización bien equipada podría saltárselas cuando quisiera.

¿Quién controla el futuro del ADN sintético?

La cuestión regulatoria es otro campo minado. En Estados Unidos ya existen normas para controlar quién puede comprar secuencias sintéticas potencialmente peligrosas. Sin embargo, estas solo aplican a empresas que reciben fondos federales, dejando fuera a laboratorios privados o internacionales que podrían actuar al margen del control estatal. En Europa y otros países se están discutiendo marcos legales similares, pero el avance tecnológico va siempre un paso por delante.

El debate ético tampoco se queda atrás. Filósofos, juristas y científicos sociales debaten sobre cuestiones como:

Joy Zhang, socióloga encargada del seguimiento social del proyecto, lo resume así: “Queremos conocer la opinión del público sobre los beneficios y dudas que esta tecnología genera”. En otras palabras: la sociedad está invitada (o condenada) a participar en este gran experimento colectivo.

Un salto evolutivo… ¿o un resbalón ético?

No todo es riesgo ni distopía. El synDNA —como ya se conoce al ADN completamente artificial— puede servir también para fines tan altruistas como preservar especies en peligro o incluso resucitar especies extintas adaptándolas al clima actual. Pero entonces surge otra duda filosófica: ¿estamos realmente conservando algo si lo que hacemos es diseñar genes nuevos para criaturas que nunca existieron tal cual?

Los bioeticistas insisten en que estas decisiones no pueden quedar solo en manos técnicas. La capacidad para sintetizar genomas humanos cambia nuestra relación con lo natural y lo artificial; reconfigura las fronteras entre lo posible y lo deseable; obliga a repensar los límites éticos del progreso científico.

Los dilemas cotidianos… y no tan cotidianos

En medio del debate surgen situaciones casi surrealistas:

Y esto es solo el principio: pronto podría ser posible mezclar material genético no solo de dos progenitores sino —¿por qué no?— de tres, cuatro o cinco personas diferentes… O incluso reconstruir tu propio genoma digitalmente sin necesidad siquiera de tus células originales.

Más allá del laboratorio: entre distopía y humor negro

Las posibilidades tecnológicas superan cualquier guion cinematográfico:

Por si fuera poco, la regulación internacional avanza lentamente mientras los laboratorios más avanzados corren como Usain Bolt hacia ese futuro incierto donde lo natural y lo artificial se confunden cada vez más.


Anécdotas y curiosidades del laboratorio genético

La moraleja parece clara: la ciencia avanza más rápido que nuestra capacidad para digerir sus implicaciones. Lo seguro es que nadie podrá decir dentro de cien años que 2025 fue aburrido en materia genética.

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