La escena se repite, pero con una intensidad creciente: calles vacías, persianas cerradas y alertas rojas en los móviles. Esta vez, es el turno del imponente súper tifón Ragasa, una tormenta descomunal que está desafiando a China y a la región de Hong Kong. Con ráfagas que han alcanzado los 295 kilómetros por hora tras su paso por Filipinas, Ragasa se perfila como uno de los fenómenos meteorológicos más poderosos de la última década en el Pacífico occidental. La magnitud de esta emergencia ha llevado a decisiones drásticas: suspensión total de clases, cancelaciones masivas de vuelos y puertos cerrados.
El gobierno chino ha activado su protocolo máximo de emergencia. Las imágenes que llegan desde Hong Kong muestran aeropuertos casi desiertos y largas filas de viajeros frustrados ante los paneles informativos, donde el rojo de las cancelaciones se ha convertido en el color predominante. Las autoridades han subrayado que la prioridad es garantizar la seguridad, ya que este tifón amenaza con lluvias torrenciales y un alto riesgo de inundaciones y deslizamientos.
El efecto dominó: rutas aéreas y cadenas logísticas bajo presión
El impacto de Ragasa no se limita al ámbito local; sus consecuencias se extienden alrededor del mundo como las ondas generadas por un tsunami invisible. Las principales aerolíneas asiáticas han visto obligadas a cancelar o modificar cientos de vuelos hacia y desde el sudeste asiático. Los trayectos entre Asia y Europa, así como los enlaces con América Latina, han experimentado alteraciones significativas, creando un efecto dominó en los horarios y la conectividad intercontinental.
Los expertos en logística advierten que la paralización temporal de los principales centros de transporte asiáticos podría resultar en retrasos generalizados en la entrega de mercancías. El puerto de Hong Kong, considerado uno de los pilares del comercio mundial, ha detenido sus operaciones preventivamente, mientras que gigantes del transporte evalúan rutas alternativas. No se trata únicamente de equipajes perdidos o turistas varados; esta interrupción impacta también en el flujo de componentes electrónicos, productos textiles, maquinaria y alimentos que transitan por la compleja red Asia-Europa-LatAm.
- Principales aerolíneas afectadas:
- Cathay Pacific
- China Eastern
- Air China
- Singapore Airlines
- Rutas críticas alteradas:
- Hong Kong–Madrid
- Pekín–Ciudad de México
- Shanghái–São Paulo
- Hong Kong–Londres
En las últimas horas, los sistemas de rastreo evidencian decenas de vuelos hacia o desde España y Latinoamérica cancelados o desviados, dejando a miles de pasajeros a la espera de nuevas conexiones. El sector logístico internacional, tan dependiente del ritmo asiático, enfrenta un auténtico rompecabezas para reorganizar sus flujos.
¿Qué hace a Ragasa tan especial? Ciencia y curiosidades sobre los tifones extremos
Detrás del nombre Ragasa —que en tagalo significa “arremeter con ímpetu”— se oculta una impresionante maquinaria atmosférica. Los tifones nacen en aguas cálidas donde la evaporación junto al giro terrestre dan vida a auténticos monstruos meteorológicos. Sin embargo, Ragasa resalta incluso entre estos gigantes:
- Presión mínima registrada: 910 hPa, una cifra reservada para los tifones más poderosos.
- Vientos sostenidos: 270–295 km/h, comparables a los vientos de un tornado EF4 pero extendidos sobre cientos de kilómetros.
- Ojo del tifón: más de 50 km de diámetro; un “anillo” exterior donde se concentran los vientos más destructivos.
Un fenómeno así es fruto de una combinación perfecta (o imperfecta, según los meteorólogos): temperaturas oceánicas inusualmente altas, baja cizalladura del viento y un constante aporte de humedad tropical. Los satélites han permitido seguir casi al minuto la evolución de Ragasa, mostrando cómo su ojo permanece perfectamente definido mientras avanza hacia las costas chinas.
¿Sabías que…?
- El récord mundial por velocidad sostenida del viento en un ciclón tropical lo ostenta el tifón Haiyan (2013), con 315 km/h; Ragasa se ha acercado peligrosamente a esa cifra.
- Los tifones más potentes pueden liberar cada día energía equivalente a 10.000 bombas atómicas como la lanzada sobre Hiroshima.
- En las últimas décadas, el calentamiento global está favoreciendo que tormentas como Ragasa sean más frecuentes e intensas según advierten organismos internacionales dedicados a la meteorología.
Consecuencias económicas y sociales: cuando el clima paraliza el mundo
No solo preocupa el temor ante la tormenta; cada hora que permanecen cerrados puertos y aeropuertos representa millones en pérdidas para la economía global. Las compañías aseguradoras estiman que un solo súper tifón puede causar daños materiales superiores a 10.000 millones de dólares sin contar las pérdidas por interrupción comercial.
En el sector logístico, los retrasos significan fábricas paradas, pedidos anulados y una presión adicional sobre rutas alternativas. Las grandes empresas tecnológicas y distribuidoras deben activar planes contingentes. En Europa y Latinoamérica, donde muchos comercios dependen del suministro regular desde Asia, ya comienzan a notarse tensiones en los inventarios.
Para quienes viajan, el impacto es inmediato: cancelaciones inesperadas, noches imprevistas en hoteles cercanos al aeropuerto y un maratón interminable para comunicarse con líneas aéreas o agencias. Se aconseja consultar continuamente portales actualizados sobre seguimiento aéreo para estar al tanto sobre posibles reprogramaciones.
El rastreador de vuelos y el pulso del planeta
En esta era digitalizada, cada tifón se convierte en un espectáculo global seguido al instante. Los rastreadores muestran cómo Ragasa va “apagando” rutas aéreas al desviar aviones e interrumpir tráfico aéreo completo en zonas enteras. Al mismo tiempo, los mapas logísticos internacionales se recalculan rápidamente buscando alternativas por tierra o mar para evitar áreas afectadas.
- ¿Cuáles son los vuelos España/LatAm más afectados?
- Madrid–Hong Kong: cancelaciones tanto entrantes como salientes.
- Barcelona–Pekín: desvíos acumulando retrasos superiores a 12 horas.
- Ciudad de México–Hong Kong: rutas suspendidas hasta nuevo aviso.
Un toque científico e ingenio ante la tormenta
El universo alrededor de los tifones está repleto anécdotas sorprendentes. Por ejemplo, el término “ojo del tifón” ganó popularidad durante la Segunda Guerra Mundial cuando pilotos maravillados (y aterrorizados) cruzaban esa calma extraña en medio del caos tormentoso. Además algunas especies marinas aprovechan estos eventos para migrar o alimentarse debido a que las aguas agitadas traen nutrientes hacia arriba.
- Durante el tifón Tip (1979), el más grande registrado hasta ahora, su ojo midió 220 kilómetros; cabría dentro incluso la isla Mallorca… quedando espacio suficiente para unos cuantos cruceros.
- En Japón existe una tradición popular: arrojar una cuerda al mar antes del arribo del tifón con esperanza para “atraparlo” y calmar su furia; aunque actualmente no hay evidencia científica que respalde esto.
Mientras Ragasa continúa su avance implacable, científicos viajeros y empresarios cruzan dedos ajustando pronósticos con cautela. Lo cierto es que nuevamente la naturaleza nos recuerda quién tiene realmente el control en este tablero global; lo hace con la fuerza arrolladora propia de un titán atmosférico capaz de poner todo patas arriba… aunque solo sea durante unos días.
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