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Durante los últimos años, el número de intoxicaciones infantiles ha disminuido gracias a la información y a la prevención.
A pesar de esto, todavía hay muchas prácticas incorrectas por descuido o desconocimiento de los padres, que hace que la intoxicación sea la tercera causa de accidentes en la infancia.
La cocina es el lugar donde se acumulan más agentes tóxicos. El cuarto de baño, el dormitorio de los padres y el salón son también focos de riesgo, sin olvidar el trastero y el garaje.
Durante el periodo estival se registran más casos de intoxicación infantil.
Debido a que los niños están de vacaciones, pasan muchas horas en casa y reciben menos atención.
Es importante anticiparse y vigilar a los niños, manteniendo cualquier sustancia perjudicial en un lugar seguro.
NORMAS BÁSICAS
Los fármacos más frecuentemente involucrados son los usados para tratar la ansiedad o los problemas para dormir de los adultos ( sobre todo las benzodiacepinas), los catarros o la fiebre (sobre todo el paracetamol).
Los medicamentos de venta sin receta, las pomadas o cremas y los productos de herboristería también pueden resultar tóxicos.
En muchas ocasiones, los niños toman poca cantidad y no se llega a la dosis tóxica, por lo que no se necesita ningún tratamiento. Menos veces, la ingesta de un fármaco ocasiona problemas importantes porque se han ingerido mayores cantidades o está implicado un medicamento muy tóxico.
¿Por qué ocurren estas intoxicaciones?
Estas intoxicaciones son mucho más frecuentes en los niños con edades comprendidas entre 1 y 5 años. Los niños tienen mucha curiosidad y les gusta explorar. Además, no tienen sensación de peligro, lo que hace que con frecuencia cojan los medicamentos que están a su alcance.
Otras veces, sobre todo en el primer año de vida, estas intoxicaciones son causadas por errores en la dosis del medicamento que se da al niño o por la administración de un fármaco equivocado.
¿Cómo puedo evitar una intoxicación por un medicamento?
Muchas intoxicaciones se pueden evitar con medidas sencillas aplicables en la casa en la que vive el niño y en las que visite de manera habitual, especialmente la de los abuelos. En estas últimas suele haber más medicamentos y más peligrosos (para la tensión, el corazón, dormir, etc.)
Las principales medidas para evitar las intoxicaciones infantiles son:
- Mantener los fármacos fuera del alcance y vista de los niños, preferentemente en armarios o cajones cerrados con llave. El momento en que se están utilizando los fármacos es el más vulnerable.
- Guardar los medicamentos en su envase original.
- Conservar el menor número de fármacos en casa, desechar la medicación sobrante.
- Usar preferentemente fármacos con envases con tapón de seguridad, sobre todo si son jarabes.
- Utilizar solo la medicación pautada por su pediatra.
- Evitar tomar fármacos delante de los niños, ya que esto favorece las conductas de imitación.
- Es preferible comprar las medicinas en pastillas para los adultos en presentaciones con blíster, difíciles de manipular para los niños pequeños, que en frascos de donde las pueden sacar más fácilmente y en más cantidad de golpe.
- Educar a los niños sobre la peligrosidad de tomar fármacos, instruirles que solo deben hacerlo si se los da un adulto.
- Comprobar las instrucciones y, sobre todo, la dosis antes de administrar un fármaco a un niño.
- No administrar medicación en la oscuridad.
- No administrar fármacos a los niños diciéndoles que son caramelos u otro nombre atractivo, esto puede incitar a que los tomen por su cuenta si están a su alcance.
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