En la actualidad, resulta casi impensable imaginar a un papa casado, pero esa era la norma en los primeros siglos del cristianismo.
De hecho, los primeros 39 papas, desde Pedro hasta el siglo IV, fueron hombres casados y, en muchos casos, padres de familia.
El propio San Pedro, considerado el primer papa, estaba casado según se desprende de los Evangelios y de las primeras tradiciones cristianas.
Este dato sorprende a muchos fieles y a observadores externos. Durante esos siglos iniciales del cristianismo, el matrimonio de los clérigos era habitual y socialmente aceptado. La Iglesia naciente no solo permitía que los sacerdotes se casaran, sino que también muchos obispos y pontífices llegaban al cargo acompañados de sus esposas e hijos.
La razón es sencilla: al principio, el cristianismo era una fe minoritaria perseguida en el Imperio Romano. Los candidatos a liderar comunidades solían ser adultos ya establecidos en su vida familiar y profesional. Solo con el paso del tiempo, y tras la institucionalización del cristianismo como religión oficial del imperio, surgieron debates internos sobre la conveniencia o no del matrimonio clerical.
¿Cuándo y por qué cambió todo? Orígenes del celibato obligatorio
El giro hacia el celibato obligatorio no fue inmediato ni pacífico. Durante siglos coexistieron ambas opciones, aunque poco a poco fue ganando fuerza la idea de que un sacerdote debía vivir como Cristo: célibe y dedicado enteramente a su misión espiritual. Ya en los concilios regionales de los siglos IV y V se empezó a recomendar (y más tarde exigir) la abstinencia sexual para obispos y presbíteros.
El cambio definitivo llegó en el Concilio de Letrán II (año 1139), donde se estableció formalmente la prohibición absoluta del matrimonio para los sacerdotes latinos. Desde entonces, solo los varones célibes pueden ser ordenados sacerdotes en la Iglesia católica romana—aunque existen excepciones en ritos orientales y casos muy puntuales aprobados por el Vaticano.
Las razones principales para imponer el celibato obligatorio fueron:
- Evitar conflictos de intereses familiares y herencias dentro de la Iglesia.
- Reforzar el simbolismo espiritual del sacerdote como “esposo” de la Iglesia.
- Facilitar la dedicación exclusiva al servicio religioso.
A partir de ese momento, tener esposa e hijos pasó a ser incompatible con ejercer el sacerdocio católico romano. La figura del cura célibe se convirtió en un elemento central de la identidad católica occidental.
Curiosidades históricas y datos poco conocidos
A lo largo de la historia han existido situaciones realmente llamativas relacionadas con papas casados y el celibato:
- Adriano II (papa entre 867 y 872) aceptó el cargo estando casado y siendo padre. Su esposa e hija residieron con él en el Palacio de Letrán durante su pontificado.
- Sergio III (904-911) tuvo un hijo que también fue papa: Juan XI (931-935).
- El último papa oficialmente casado fue probablemente Hormisdas (514-523), aunque ya era viudo cuando accedió al pontificado.
- En la Edad Media hubo casos de papas con hijos ilegítimos reconocidos abiertamente, como Alejandro VI (Rodrigo Borgia), aunque ya bajo la exigencia formal del celibato.
- Durante siglos persistió una doble moral: mientras que se predicaba públicamente el celibato, muchos clérigos mantenían relaciones ocultas o incluso familias ilegítimas.
Ranking: Los papas más peculiares respecto al matrimonio
| Puesto | Nombre | Pontificado | Detalle destacado |
|---|---|---|---|
| 1 | San Pedro | 30-67 | Casado según Evangelios |
| 2 | Adriano II | 867-872 | Casado durante su pontificado |
| 3 | Hormisdas | 514-523 | Viudo al asumir el papado |
| 4 | Sergio III | 904-911 | Padre del futuro papa Juan XI |
| 5 | Alejandro VI | 1492-1503 | Reconoció hijos ilegítimos |
Estos casos demuestran que, durante siglos, la relación entre matrimonio y papado fue mucho más flexible e incluso caótica que lo que hoy imagina la mayoría.
¿Podría cambiar esta norma? El celibato hoy
Aunque existen voces dentro y fuera de la Iglesia que reclaman una revisión del celibato obligatorio—especialmente ante la escasez global de vocaciones sacerdotales—el Vaticano mantiene firme esta tradición. El propio papa Francisco ha reiterado que no está en sus planes modificar esta exigencia para los sacerdotes católicos romanos.
Hoy por hoy:
- Solo pueden ser elegidos papas varones bautizados y célibes; ningún hombre casado ha sido electo desde hace casi mil años.
- Existen excepciones puntuales para clérigos provenientes de otras tradiciones cristianas que se convierten al catolicismo.
- En otras ramas del cristianismo (como las Iglesias ortodoxas o protestantes), los sacerdotes sí pueden casarse.
La historia muestra así una evolución marcada por debates internos, transformaciones sociales e incluso anécdotas sorprendentes. Lo que empezó siendo lo más natural—un líder religioso con familia—se convirtió con los siglos en uno de los signos más distintivos e inamovibles del catolicismo romano contemporáneo.
Más datos locos sobre papas… y sus vidas personales
- En total, más de 40 papas han tenido descendencia reconocida.
- Nunca nadie ha elegido llamarse Pedro II por respeto al primer pontífice; ese nombre está “vetado” por tradición.
- El récord actual lo tiene papa Francisco, quien ha creado cardenales procedentes de países donde nunca antes había habido uno.
La historia del celibato en la Iglesia católica es mucho más matizada y sorprendente de lo que suele pensarse. Basta mirar atrás para descubrir un pasado donde lo prohibido hoy era lo habitual… y donde incluso los papas tenían suegra.
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