Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

ALERTA MUNDIAL POR UN FENÓMENO SOLAR SIN PRECEDENTES

El Sol desata una monstruosa tormenta solar: la Tierra bajo una rara alerta G4

Una erupción solar excepcional sacude la Tierra y pone en jaque la tecnología global mientras el Sol revela nuevos misterios y curiosidades

Periodista Digital 12 Jun 2025 - 10:13 CET
Archivado en:

Más información

Un superordenador revela la fecha exacta del fin de la vida en la Tierra: dentro de mil millones de años

El Gran Apagón: Cinco segundos que paralizaron la Península Ibérica

No todos los días recibimos un mensaje de nuestro Sol tan impactante como el que ha llegado a principios de junio.

Una explosiva erupción solar ocurrida el 31 de mayo de 2025 ha provocado una eyección de masa coronal (CME) dirigida directamente hacia la Tierra.

¿El resultado? Una tormenta geomagnética severa, clasificada como G4, el segundo nivel más alto en la escala utilizada por la NOAA (la agencia estadounidense responsable del clima espacial).

Si esto le parece una exageración, basta recordar que solo existen cinco niveles, siendo G5 el máximo. Así que sí, estamos ante un fenómeno poco común y potencialmente disruptivo.

La alerta no es para menos.

El evento fue captado por sofisticados instrumentos como el coronógrafo CCOR-1 a bordo del satélite GOES-19, demostrando cómo la tecnología actual nos permite observar —casi en tiempo real— los caprichos solares.

Esta CME, denominada “de halo” por expandirse en todas direcciones con epicentro hacia nuestro planeta, alcanzó velocidades superiores a los 1.700 kilómetros por segundo.

Un auténtico sprint cósmico cargado de partículas energéticas.

¿Qué es exactamente una tormenta geomagnética G4?

Para entender el impacto real, conviene saber qué significa esta clasificación. Las tormentas solares se producen cuando partículas cargadas procedentes del viento solar interfieren con el campo magnético terrestre. Esta interacción puede provocar desde auroras polares espectaculares hasta auténticos quebraderos de cabeza para ingenieros y militares.

En el caso concreto de la tormenta G4, hablamos de efectos como:

Este tipo de fenómenos pueden incluso provocar auroras boreales visibles en latitudes insólitas, llegando a asombrar a habitantes tan al sur como Nuevo México en Estados Unidos. Un espectáculo visual para algunos… y una pesadilla técnica para otros.

Tecnología vigilante: cómo detectamos estos eventos

La detección temprana es clave. El Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos (NRL) lleva décadas liderando la vigilancia heliosférica, desde que detectó por primera vez una CME en 1971. Hoy, gracias a una red internacional de instrumentos y satélites, se monitoriza el estado del Sol prácticamente minuto a minuto.

Cuando se detecta una CME dirigida hacia la Tierra, se activa un protocolo internacional que incluye:

La vida moderna depende tanto de la tecnología espacial y terrestre que un “estornudo” del Sol puede causar auténticos catarros tecnológicos globales.

El Sol: mucho más que un orbe amarillo

Aprovechando el protagonismo mediático del astro rey, no está de más recordar algunas curiosidades científicas sobre nuestra estrella favorita. Porque más allá del susto ocasional, el Sol es un prodigio cósmico repleto de datos sorprendentes:

Cuando el Sol estornuda… la Tierra se resfría

Lo fascinante —y algo inquietante— es cómo estos fenómenos pueden trasladarse desde los confines del espacio hasta nuestros dispositivos más cotidianos. Sin ir más lejos:

Por suerte, nuestro planeta cuenta con una atmósfera protectora y un robusto campo magnético que actúa como escudo ante las peores embestidas solares. Pero los ingenieros siguen muy atentos… ¡y con razón!

Anécdotas y curiosidades solares para impresionar en cenas

Para terminar con buen sabor científico y algo de humor cósmico:

Así pues, mientras seguimos atentos a las alertas solares —y cruzamos los dedos para que nuestros móviles sobrevivan— podemos mirar al cielo con renovada admiración por ese inmenso reactor nuclear natural que nos da vida… ¡y algún que otro susto memorable!

Más en Cultura

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by