Corrida del Corpus en Toledo: Puerta Grande para Roca Rey y un gran toreo de Morante

La Corrida del Corpus en Toledo es mucho más que un espectáculo taurino: es un acontecimiento social y cultural que cada año congrega a miles de aficionados y curiosos bajo el embrujo de la Semana Grande.

El jueves 19 de junio, con un lleno absoluto y el cartel de No hay billetes colgado desde días antes, la ciudad se volcó con sus figuras: Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y el local Tomás Rufo.

El ambiente era eléctrico, con un público entregado desde el paseíllo inicial hasta el último paseíllo por la Puerta Grande.

El poder de Roca Rey: dos orejas y salida a hombros

La faena de Roca Rey fue el gran titular del día. El peruano, vestido de azul azafata y oro, se impuso desde su primer toro, Mocito, de la ganadería de Daniel Ruiz.

Desde el inicio, toreando de rodillas, transmitió una intensidad que puso en pie a los tendidos. Los derechazos mandones, los quites por gaoneras y un arrimón final rubricaron una actuación poderosa y vibrante.

Aunque el toro tardó en caer, lo que forzó a un descabello tras aviso, el público pidió con fuerza y se le concedieron dos orejas.

En su segundo turno, sin embargo, nada pudo hacer ante un toro rajado desde el inicio.

Pero ya había hecho historia: fue sacado a hombros por una multitud joven y entregada que coreaba su nombre.

Un dato curioso: buena parte del público adquirió las entradas con precios especiales para menores de 25 años, muestra del relevo generacional en la afición.

Morante: arte y pureza en estado puro

Si la Puerta Grande fue para Roca Rey, el toreo más puro lo firmó Morante de la Puebla. Su primero no permitió lucimiento al capote, pero sí dejó detalles de gran calidad con la muleta. Un bello final por bajo y una estocada efectiva le valieron una ovación cerrada.

Fue en su segundo toro cuando desató la magia: faena corta pero intensa, llena de detalles artísticos que encandilaron incluso a los más jóvenes. Mató de estocada entera arriba y cortó una oreja con petición de la segunda. La plaza reconoció su toreo clásico y diferente, ese duende inimitable que pocos tienen.

Tomás Rufo: entrega ante su gente

El toledano Tomás Rufo no se quedó atrás. Salió a portagayola en su primero, saludó ovación tras templar en el último tercio y demostró raza ante un sexto toro falto de chispa pero lleno de clase. Consiguió arrancar una oreja tras una faena medida y templada que puso broche local a una tarde inolvidable.

Curiosidades del Corpus Christi toledano

La Corrida del Corpus coincide siempre con una festividad cargada de simbolismo e historia:

• La procesión central incluye la Custodia de Enrique de Arfe, joya única del siglo XVI.
• Recorren las calles personajes como La Tarasca, un monstruo mitad galápago, mitad serpiente que lanza agua al público mientras baila Ana Bolena sobre sus lomos.
• Los tapices flamencos del siglo XVI decoran los muros exteriores de la Catedral solo esa mañana.
• En 1780 se prohibió durante años que desfilaran los gigantes y cabezudos junto a La Tarasca… pero hoy son parte esencial del folclore.

Datos locos y anécdotas

• La corrida comenzó a las 19:30 para evitar el calor extremo… ¡pero los termómetros rozaban los 37 grados!
• Se guardó un minuto de silencio por Manolo Lozano, histórico accionista del coso.
• Roca Rey volvió a salir a hombros como ya hiciera el año pasado; pocos toreros lo han logrado dos veces seguidas.
• El público joven ocupaba casi todo el tendido 6 gracias a las entradas rebajadas.
• Algunos aficionados aprovecharon el Bono Cultural para asistir al festejo.
• La expectación fue tal que días antes ya no quedaban localidades ni online ni en taquilla.

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Frases para recordar

«La Puerta Grande es para Roca Rey, pero el toreo es de Morante»
Así resumía un veterano aficionado lo vivido este jueves.

«No hay Corpus sin toros ni Corpus sin Tarasca»
Es otro dicho popular entre los toledanos cada mes de junio.

La Corrida del Corpus en Toledo sigue siendo tradición viva y pasión renovada: arte puro sobre la arena y fiesta singular en las calles. Un año más, Roca Rey conquistó trofeos; Morante conquistó corazones; Rufo honró su tierra… Y Toledo vibró como sólo ella sabe hacerlo.