‘F1: La película’, adrenalina pura, el bello Brad Pitt y homenaje al Hollywood clásico en la gran pantalla

Con F1: La película, el cine vuelve a sentir el vértigo del asfalto.

Esta cinta, dirigida por Joseph Kosinski —conocido por revitalizar la acción en Top Gun: Maverick—, propone una experiencia inmersiva que va mucho más allá de las carreras.

Protagonizada por un carismático Brad Pitt en el papel de Sonny Hayes, la historia combina velocidad auténtica, drama humano y una apuesta visual digna de los grandes espectáculos del Hollywood clásico.

La trama se centra en Hayes, un expiloto legendario de los años 90 obligado a retirarse tras un accidente brutal. Décadas después, recibe una inesperada segunda oportunidad cuando su antiguo compañero y ahora jefe de equipo, interpretado por Javier Bardem, le invita a ayudar a su escudería ficticia —ApexGP— a salir del pozo. Junto a él estará la joven promesa Joshua Pearce (encarnado por Damson Idris) y una ingeniera clave (Kerry Condon), conformando un triángulo donde el trabajo en equipo es tan crucial como la destreza al volante.

Rodaje sin precedentes: Hollywood invade los circuitos

Uno de los grandes reclamos de la película es su rodaje inédito: las cámaras se colaron en Grandes Premios reales como Silverstone, Las Vegas, México y Abu Dhabi. Tanto Brad Pitt como Damson Idris pilotaron monoplazas reales —adaptados, pero auténticos— en plena competición oficial, captando no solo la acción sobre el asfalto sino también la atmósfera inconfundible de un fin de semana de Fórmula 1. La colaboración con la FIA y equipos oficiales aporta un realismo pocas veces visto en el género.

Además, la película presume de cameos estelares. Aparecen auténticos campeones del mundo como Lewis Hamilton (también productor), Max Verstappen, Fernando Alonso, Charles Leclerc, Sergio Pérez e incluso figuras como George Russell, Lando Norris u Oscar Piastri. La frontera entre ficción y realidad se difumina hasta el punto de que muchos espectadores han dudado si algunas secuencias pertenecen al mundo real o al cinematográfico.

Una oda al cine-espectáculo… y al trabajo en equipo

F1: La película no es solo acción y adrenalina. Como buen homenaje al Hollywood de antaño, apuesta por grandes valores universales: la redención tras la caída, el poder del aprendizaje intergeneracional y —muy especialmente— la fuerza del grupo sobre el individuo. El guion se inspira parcialmente en hechos reales: aunque Sonny Hayes es ficticio, su historia recoge elementos del piloto irlandés Martin Donnelly, cuya carrera fue truncada tras un accidente devastador en 1990.

La producción cuenta con una factura técnica sobresaliente: presupuesto superior a los 300 millones de dólares, distribución global a cargo de Warner Bros. y Apple Studios, rodaje IMAX y una calificación notablemente alta en portales especializados (88% en Rotten Tomatoes). Todo pensado para que tanto fans del motor como quienes solo buscan una buena historia puedan disfrutarla sin reservas.

Curiosidades y datos locos que aceleran el corazón

• Para dotar de realismo absoluto a ApexGP, se sumaron patrocinadores reales al coche ficticio: marcas como Specify o Tommy Hilfiger aparecen junto a los logos habituales del paddock.
• El propio Brad Pitt pilotó un monoplaza adaptado durante las grabaciones, siguiendo estrictas medidas de seguridad pero participando realmente en las sesiones oficiales entre entrenamientos y carreras.
• El rodaje implicó modificar horarios y rutinas habituales del Gran Circo para que actores y pilotos pudieran compartir pista sin comprometer la competición ni el secreto del guion.
• Algunos extras son mecánicos auténticos de equipos actuales; su experiencia permitió que todo lo que sucede en boxes sea fiel al día a día real.
• La película se grabó en parte durante el Gran Premio de México 2024; los espectadores llegaron a ver parte del rodaje en directo sin saberlo.
• Lewis Hamilton aportó asesoría técnica sobre conducción y psicología del piloto para hacer creíble cada reacción ante la cámara.

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¿Por qué ‘F1: La película’ es diferente?

Pocas veces una superproducción consigue equilibrar espectáculo puro con emoción auténtica. Aquí hay tensión narrativa, pero también respeto por el deporte, sus leyendas y su entorno humano. La combinación de actores consagrados (el tándem Brad Pitt-Javier Bardem funciona con química inesperada) y pilotos reales crea una experiencia híbrida donde espectáculo y autenticidad nunca compiten… sino que van juntos hacia la meta final.

En definitiva, F1: La película invita a dejarse llevar por el rugido de los motores, pero también por las historias personales que laten detrás del casco. Y recuerda: como reza uno de sus diálogos más celebrados —en plena curva imposible—: «No corremos para huir del pasado, sino para demostrar quiénes somos cuando nadie nos ve».