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FERIA DE LA PEREGRINA

Pontevedra: el segundo toro cornea a Morante y le parte una temporada colosal

Cornada grave a Morante de la Puebla en el primer toro, estallido de Daniel Luque con tres orejas y lleno total en Pontevedra con un bravo Garcigrande de vuelta al ruedo

Periodista Digital 11 Ago 2025 - 14:44 CET
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La tarde más esperada del verano se torció en un segundo.

En la Plaza de San Roque de Pontevedra, con el cartel de “no hay billetes” y ambiente de cita mayor, la primera serie al natural de Morante de la Puebla se quebró en una cornada que heló a todo el tendido.

El parte médico habló claro: herida en la cara interna del muslo derecho, dos trayectorias —una descendente de 10 centímetros y otra ascendente de 6— y desgarro del aductor mayor, de pronóstico grave, con traslado inmediato al Hospital Quirón de Pontevedra para intervenirle y posterior observación.

El propio festejo confirmó su cara luminosa por la otra orilla: el temple y el poder de Daniel Luque, tres orejas y salida a hombros, con un toro de Garcigrande premiado con la vuelta al ruedo y una plaza absolutamente entregada.

No había foto más potente de esta temporada que la del sevillano en plenitud, y llegó el zarpazo este 10 de agosto de 2025.

La cogida, “toreando, en una serie al natural rematada con el de pecho”, sin alardes, como subrayó la crónica, deja un vacío inmediato en una campaña que venía siendo de récord en taquilla y de inspiración continua.

En lo estrictamente clínico, la lesión es “grave pero limpia” y el tiempo de retorno —siempre impreciso en estos casos— se sitúa en una horquilla de diez a quince días, según estimó el médico que le atendió, con el habitual asterisco del carácter de los toreros. Entre tanto, la plaza vivió una tarde completa: estructura de feria, emoción y ese pulso entre arte y dominio que define al toreo cuando de verdad aprieta.

 

Lo que pasó en el ruedo, sin vueltas

La ficha cantó lo que los tendidos sintieron: poder, colocación, una espada de cañón y faenas largas de Luque, enseñando a embestir a un lote desigual y dándole sitio a cada embestida. Su comienzo por bajo en el sexto y el gobierno por ambos pitones recordaron por qué su idilio con Pontevedra no es nuevo; venía avisado en los 125 años del coso con una nómina de éxitos recientes que lo sitúan como eje del ciclo. En paralelo, Talavante alternó momentos de plasticidad —arranque de faroles de pie en el quinto— con desconexión, dejando muletazos sueltos y una estocada exprimida a base de recursos en su primero.

La cornada que corta el aire de una temporada

El golpe a Morante no es solo físico; afecta al relato de 2025. El sevillano llegaba como el torero más taquillero del año, con una racha de impacto en la campaña —hasta desplazando a nombres totémicos en el tirón de público— y una presencia decisiva en ferias clave. La cogida, extensa y profunda, se produjo en los albores de la faena, con el toro prendiendo por el muslo y el diestro cayendo de inmediato antes de ser evacuado a la enfermería y derivado al hospital.

Ese parte “grave pero limpio”, unido a una cirugía oportuna, deja una ventana razonable para pensar en un regreso cercano si no hay complicaciones. Aun así, la clave no es solo la fecha: es cómo vuelve ese trazo de muleta que, hasta ayer, marcaba la medida de la temporada.

Por qué lo de Luque importa más de lo que parece

En tardes así, la historia suele quedarse en el parte médico. Sería injusto. Daniel Luque sostuvo la corrida desde lo técnico y lo emocional. Donde hubo mansedumbre con genio, puso toques, alturas y tiempos; donde faltó claridad, puso gobierno; donde hubo bravura, sumó ligazón y espada. Su palmarés en Pontevedra no nace hoy: es un recorrido persistente que lo ha convertido en una garantía de faenas grandes en la Feria de la Peregrina, reforzado por su trayectoria reciente —también en plazas francesas con corridas duras— y por una gestión que, con nuevos apoderados, busca afinar su conexión con el gran público.

El toro que se ganó la vuelta

El segundo de Garcigrande fue el toro de la corrida. Bravura sostenida, empuje y ritmo para sostener faena larga. En una tarde con notas desiguales, su vuelta al ruedo fue el sello ganadero que ordena los recuerdos: hay bravura cuando de verdad empuja hasta el final.

Curiosidades y datos locos de una tarde que no se olvida

Rankings de la Peregrina 2025 (a fecha de hoy)

Lo que viene ahora

Una tarde con dos caras. La de la cornada que parte por la mitad el verano de Morante, y la de un Daniel Luque que, con naturalidad de figura y colmillo de lidiador, convierte Pontevedra en su plaza talismán. En los tendidos, el rumor fue el mismo al salir: que vuelva pronto el sevillano y que no se nos olvide el toro bravo cuando aparece. Porque cuando aparece, todo encaja.

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