´La llave de oro´, de Núria Masot

La llave de oro
Núria Masot
Roca Editorial
286 páginas
17 euros
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Es la tercera entrega de la tetralogía templaria protagonizada por el espía Guillem de Montclar, que empezó con La sombra del templario y El laberinto de la serpiente

La acción transcurre en el año 1272 y tiene lugar en el hermoso paraje montañoso de la Seu d’Urgell. Los cátaros habían sido inmolados en la hoguera unos años antes. Algunos habían conseguido huir, pero el odio que les profesaban era tal que ni después de muertos los dejaban tranquilos. Si la Santa Inquisición localizaba la tumba de alguno de ellos, lo desenterraba y lo quemaba.

Las continuas Cruzadas, con la consiguiente merma de población que provocaban, tenían como consecuencia que hubiera mucho malestar entre los habitantes de la zona, con continuas peleas y deudas no saldadas.

El espia Templario Guillem de Montclar, con su escudero Ebre, es el encargado de dar cuerpo a esta novela de intriga y acción, en la que se entrecruzan historias y aparecen personajes malignos como los inquisidores Acard de Montcortés y su segundo fray Ermengol, personaje tan odioso como su superior. Otro de los personajes, Orset es un experto en hierbas medicinales.

Adalbert de Gaussac, un sabio cátaro que urdió toda la trama, fue el último poseedor de La llave de oro, uno de los pocos textos sagrados de los cátaros que logró escapar de la Inquisición y que es el libro que todos buscan, Guillem de Montclar y la Inquisición.

La autora pretende, con este texto, reflexionar sobre las heridas que dejan las guerras y que nunca cicatrizan.

Vicente Torres en Las Provincias