‘Mägo de Oz’ sacude la del pulpo al socialista Sánchez en pleno concierto: «Dejad de robarnos sobre todo la cocaína y las putas»

El escenario un concierto rockero en Llanera, Asturias.

El protagonista principal, el guitarrista de Mägo de Oz, Víctor de Andrés. El motivo, el cabreo que tiene el personal con el régimen abyecto que acogota España desde hace siete años y la tebntacular corrupción del PSOE.

Cargado indignación y humor mordaz, De Andrés soltó frases como “Sánchez, me cago en tus muertos” y acusó festivo al gobierno Frankenstein de desviar dinero público a “cocaína y putas”, mientras el público, lejos de quedarse callado, coreaba al unísono “¡Pedro Sánchez, hijo de puta!”.

Este episodio, que se ha viralizado en redes, es una más de las bofetadas verbales que el del marido de Begoña recibe en la calle, reflejo del hartazgo de muchos españoles que, reunidos, no dudan en expresar su furia contra la mangancia y la ineptitud.

Lo que debía ser una noche de folk-metal festivo se convirtió, por unos minutos, en un mitin incendiario que ha arrasado en redes sociales y medios digitales.

En mitad del vernaniego espectáculo, De Andrés interrumpió la música para cargar con dureza:

“Os voy a decir una cosa para que esto no se repita jamás en la historia, da igual que gobierne quien gobierne, dejad de robarnos sobre todo la cocaína y las putas”.

El músico no se detuvo ahí; entre improperios como “Sánchez, me cago en tus muertos” y “gilipollas”, también mencionó explícitamente a José Luis Ábalos y Santos Cerdán, figuras relevantes del Partido Socialista implicadas en las últimas polémicas sobre uso indebido de fondos públicos.

El ambiente entre el público osciló entre la euforia y el estupor: los asistentes corearon cánticos como “Sánchez, hijo de puta”, avivando un clima polarizado dentro del propio festival.

La viralización del vídeo en redes como X y TikTok multiplica el eco mediático del suceso.

Reacciones: entre el aplauso, la condena y el silencio

La explosión de Víctor de Andrés, recibida con alborozo in situ este pasado 4 de julio de 2025, ha generado una ola de opiniones encontradas:

• Desde sectores liberales y patriotas se celebra como una muestra “valiente” de libertad de expresión.
• En ámbitos culturales y políticos progres se tacha lo ocurrido como discurso de odio impropio e irresponsable para un escenario artístico.

Mientras tanto, la banda Mägo de Oz no ha emitido ningún comunicado oficial.

El grupo es conocido por sus reivindicaciones sociales y políticas de corte progresista, por lo que muchos de sus seguidores se han sorprendido.

Jorge Salán, otro guitarrista del grupo, se desvinculó públicamente del discurso: “Yo no apoyo ese tipo de discursos, nunca lo he hecho y nunca lo haré”, aclarando su postura personal para evitar que la polémica salpique al conjunto completo.

Este episodio aviva el debate sobre los límites entre música y política.

¿Debe la cultura servir como altavoz para mensajes tan agresivos? ¿Dónde termina la libertad artística y comienza la responsabilidad social? Estas preguntas sobrevolaron redes sociales tras el incidente.

La realidad es que el grito «¡Pedro Sánchez, hijo de puta!» se escucha cada vez más en festivales, eventos y conciertos de toda España, desde JC Reyes, Natos y Waor hasta el recital de Juan Magán a finales del mes de junio, donde el artista catalán incluso puso el micrófono a los asistentes para mostrar su apoyo a los cánticos.

Que el clamor haya llegado a los conciertos de la banda madrileña de metal Mägo de Oz, responsable de ‘Fiesta pagana’, una de las canciones más coreadas de nuestro país, es sólo un síntoma de cómo esta de cabreado el personal con Sñanchez y su cuadrilla de managantes.Curiosidades y datos locos sobre Mägo de Oz y los conciertos polémicos

• No es la primera vez que Víctor de Andrés protagoniza polémicas: Ya en marzo fue señalado por burlarse desde el escenario de varios artistas conocidos.
• En esta ocasión, De Andrés hizo referencia incluso al presidente colombiano Gustavo Petro, alardeando ante el público asturiano que le había retuiteado un comentario positivo sobre Colombia, país al que elogió por “no tener prácticas corruptas” según sus palabras.
• La mención a otros artistas españoles tampoco faltó: “Nosotros no somos Melody. Y sí, le echamos dos pelotas”, ironizaba el guitarrista para diferenciarse del pop mainstream.
• El vídeo del momento acumula cientos de miles de visualizaciones en TikTok en menos de 24 horas desde su publicación.

Rankings: momentos más polémicos del rock español reciente

Este ranking ilustra cómo la música española sigue siendo territorio fértil para la confrontación política; Mägo de Oz se suma ahora con fuerza a esa tradición.

El contexto sociocultural: ¿libertad o crispación?

El incidente refleja un momento especialmente tenso en el panorama cultural español. El auge de discursos radicales tanto desde escenarios como desde tribunas parlamentarias alimenta una creciente polarización social. La actuación improvisada e insultante contra Sánchez reabre viejas heridas sobre los límites del arte y los riesgos del enfrentamiento verbal.

El caso también llama la atención por el contraste entre la imagen previa del grupo —conocido por fusionar folk celta con rock duro— y este nuevo giro hacia el activismo explícito, algo poco habitual hasta ahora en su carrera. La reacción dividida entre sus seguidores es sintomática del clima político actual: ni siquiera los festivales parecen ya ajenos a la confrontación.

Listas rápidas: otras veces que músicos españoles cruzaron líneas

• Ska-P gritó “Borbón ladrón” en el Viña Rock.
• Los Chikos del Maíz dedicaron canciones enteras a denunciar políticas conservadoras.
• Def Con Dos fue juzgado por apología del terrorismo.
• Rosendo criticó abiertamente a gobiernos municipales desde sus conciertos.
• Robe Iniesta se posicionó contra leyes educativas desde grandes escenarios.

Estos ejemplos demuestran que España tiene una larga tradición donde música y política se cruzan. Sin embargo, pocos episodios han sido tan virulentos o han tenido tanta repercusión digital inmediata como este último asalto verbal desde las filas del metal.

La polémica sigue creciendo mientras las redes hierven con comentarios enfrentados. Queda claro que los escenarios ya no son solo templos musicales: también son trincheras donde se libran las batallas más crudas del debate público actual.