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La velada en el Santiago Bernabéu comenzó como un habitual cierre de año contra el Sevilla, pero rápidamente se transformó en un episodio cargado de emociones con un protagonista claro: Vinicius Junior.
El 2-0 del Real Madrid quedó relegado a un segundo plano cuando el estadio, que no hace mucho celebraba su nombre, le dedicó una de las pitadas más contundentes que se recuerdan hacia un ídolo reciente.
Lo que sucedió después, ya en el vestuario, trasladó el ruido del campo a las redes sociales: adiós a la foto de perfil con la camiseta blanca y bienvenida a una nueva imagen con la selección brasileña, acompañada por un escueto mensaje: “…”.
Hoy, 21 de diciembre de 2025, el caso Vinicius se ha convertido en el gran tema de conversación entre los aficionados al madridismo y en tertulias futbolísticas alrededor del mundo.
Esta situación entrelaza lo que ocurre en el terreno de juego con lo que se comparte en los móviles. Además, cuestiona la relación emocional entre una estrella y una afición históricamente exigente.
La pitada que cambia la narrativa
Minuto 83. El cuarto árbitro levanta el cartelón al cielo, dorsal 7 iluminado en rojo. Xabi Alonso decide sustituir a Vinicius para dar entrada al canterano Gonzalo. Hasta ahí todo parecía ser un movimiento táctico más. Pero entonces llegó la banda sonora.
- Silbidos mayoritarios, prolongados y evidentes acompañaron cada paso del brasileño hacia la banda.
- Un jugador serio, cabizbajo, sin gestos hacia la grada, mostrando una actitud completamente opuesta a otros partidos intensos, como el último Clásico.
- Como trámite habitual para un capitán: Vinicius cruza el campo para entregar el brazalete a Courtois y se abraza con Xabi Alonso antes de sentarse en el banquillo.
No hubo gestos exagerados ni miradas desafiantes; solo una caminata lenta, un abrazo y una pitada monumental, descrita por varios medios como la más dura que ha recibido desde que viste de blanco. El mensaje del Bernabéu fue claro: la paciencia con su rendimiento y actitud parece haberse agotado para gran parte de la afición.
El contexto no juega a su favor: Vinicius acumula 17 partidos sin marcar entre club y selección, algo impensable hace apenas un año cuando brillaba como una estrella indiscutible. Su influencia sobre el juego ha disminuido y mientras tanto, Rodrygo ha ido ganando protagonismo en ataque durante las últimas semanas.
Del silencio en el campo al estruendo en el vestuario
La aparente calma sobre el césped se esfumó rápidamente al llegar al vestuario. Apenas unos minutos después del pitido final y con el 2-0 aún fresco, el móvil de Vinicius se convirtió en reflejo directo de su estado emocional.
Según varios medios:
- Eliminó la foto de perfil de Instagram donde aparecía sosteniendo la camiseta del Real Madrid; una imagen emblemática de su etapa como estrella blanca.
- La sustituyó por otra donde aparece jugando con la selección brasileña, vistiendo los colores canarinhos.
- Publicó dos fotos del partido contra el Sevilla con un gesto serio, acompañadas solo por tres puntos suspensivos: “…”.
Lo curioso es que este cambio fue tan rápido que aún aparecía la foto antigua como miniatura en sus historias compartidas del encuentro. Un gesto “en caliente” que muchos aficionados interpretaron como una respuesta directa a los silbidos.
Esa combinación –la foto con Brasil y ese mensaje tan breve pero lleno de significado– ha generado todo tipo de especulaciones:
- ¿Un distanciamiento del club?
- ¿Una reivindicación hacia sus raíces y hacia un entorno donde se siente más respaldado?
- ¿O simplemente una rabieta digital tras finalizar el partido?
El problema es que hoy día cada clic es analizado al detalle; así que esos tres puntos pueden significar mucho.
El trasfondo: Talavera, actitud y desgaste emocional
La desaprobación del Bernabéu no surge únicamente durante esos 90 minutos. Este episodio es solo la culminación de un río turbulento que ha ido creciendo durante semanas.
Entre los factores que se acumulan contra Vinicius destacan tres ejes bien definidos:
- La imagen de Talavera
- En un partido copero ante el Talavera, durante los momentos finales llenos de tensión…
- Las cámaras captaron a Vinicius y Endrick riéndose en el banquillo tras recibir el gol del rival (2-3).
- Esta escena no cayó bien entre los aficionados madridistas, quienes interpretaron esa risa como desconexión ante las dificultades del equipo.
- Actitud y lenguaje corporal
- Muchos perciben que no está entregándose al máximo nivel exigido por el escudo blanco, lo cual genera críticas.
- La afición le ha tolerado provocaciones e incluso excesos anteriormente gracias a su impacto decisivo; sin embargo, ahora observa menos fútbol brillante y más gestos desafortunados.
- Rendimiento decreciente
- Esos ya mencionados 17 partidos sin marcar entre club y selección son una carga pesada para un jugador conocido por su capacidad para desequilibrar partidos.
- Algunos analistas insisten en que “el equipo necesita recuperar al mejor Vinicius” si quiere luchar por todos los títulos importantes esta temporada.
Todo esto crea un cóctel explosivo: una estrella cuestionada frente a una afición decepcionada y un club obligado a gestionar esta crisis dentro del vestuario mientras navega entre lo visible y lo virtual.
Xabi Alonso en medio del fuego cruzado
El papel de Xabi Alonso en esta historia es relevante. Su decisión de sustituir a Vinicius cuando aún había partido por jugar –el Sevilla estaba creando peligro– ha sido interpretada como un mensaje claro tanto hacia él como hacia todo el grupo.
En su rueda de prensa, Alonso fue categórico: “El público es soberano”.
No intentó protegerlo explícitamente ni minimizar los pitos. Este detalle ha sido destacado por diversos comentaristas deportivos, quienes ven similitudes con cómo gestionó Florentino Pérez las críticas hacia Xabi durante otra etapa complicada.
Desde distintos círculos opinativos surgen varias claves:
- La sustitución puede haber sido casi como un “paseíllo”, invitando a Vinicius a escuchar directamente qué opina su afición.
- Xabi parece haber decidido no blindarlo mediáticamente, buscando quizás fomentar una reacción más madura por parte del jugador.
- Mientras tanto, parece ser que el vestuario ha cerrado filas alrededor del técnico, al menos temporalmente.
Competitivamente hablando, queda claro: con Rodrygo en ascenso y otros delanteros reclamando minutos, la posición jerárquica de Vinicius ya no es tan intocable como lo era hace apenas un año. Y cuando una estrella deja de serlo… suele reaccionar.
Mercado, futuro y ruido: ¿problema pasajero o brecha profunda?
En estos momentos no hay indicios claros sobre si el club considera dejar salir a Vinicius pronto. Sin embargo, esta situación plantea varias preguntas relevantes para futuro mercado y proyecto deportivo.
Algunas cuestiones ya están sobrevolando debates públicos:
- Relación jugador–afición
- Pasar de ser ídolo absoluto a recibir pitadas mayoritarias no es algo sencillo para nadie.
- La reconciliación normalmente exige acciones concretas: mejora en su rendimiento o mensajes claros tanto dentro como fuera del campo.
- Gestión del vestuario
- Xabi Alonso debe encontrar ese equilibrio entre autoridad y protección para su jugador.
- Si crece este distanciamiento emocional entre Vinicius y sus seguidores, convivir día tras día puede volverse complicado.
- Dimensión económica e imagen pública
- Vinicius no es solo otro futbolista; es también un activo invaluable desde la perspectiva comercial.
- Cada controversia online impacta tanto su marca personal como también la narrativa global que quiere proyectar el club.
A corto plazo parece probable que intenten calmar las aguas internamente mientras Vinicius enfrenta pruebas decisivas en sus próximos encuentros: menos historias vacías y más desbordes efectivos; menos puntos suspensivos… ¡y más goles!
Curiosidades sobre este episodio tan contemporáneo
Aquí algunas notas laterales que explican por qué este asunto ha capturado atención mundial:
- La foto de perfil con la camiseta del Madrid había llegado a ser emblemática para representar a Vinicius dentro del nuevo proyecto blanco.
- El cambio ocurrió apenas minutos después del final del partido; tanto así que aún aparecía la foto antigua como miniatura en sus historias compartidas.
- El mensaje “…” ha sido interpretado desde múltiples perspectivas: desde desafío silencioso hasta expresión total de desconcierto.
- La pitada durante su sustitución se suma a silbidos ya presentes desde antes incluso durante las alineaciones previas o fases anteriores otros partidos recientes.
- Es la primera vez desde su llegada al club que Vinicius recibe tal reprimenda prolongada por parte propia afición,.
- Este episodio llega justo después del escándalo relacionado con Talavera donde aquella risa viral resultó dañina para su imagen pública ligada al compromiso deportivo.
- Paradójicamente esa noche marcada por líos digitales logró además ver al Madrid ganar recortando puntos al líder; lo cual confirma que ahora atención va más allá simplemente resultados deportivos.
- La elección ahora hecha respecto a usar camiseta brasileña subraya ese contraste entre sentirse intocable allí frente dureza vivida Chamartín.
En esta época donde cada gesto digital puede tener tanto peso como una jugada clave sobre césped mismo; queda claro entonces que futuro inmediato para Vinicius dentro Real Madrid dependerá más nunca solo terreno juego ni gradería… sino también interacción constante pantalla móvil.
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