El Estado español gastó casi el doble de lo que ingresó hasta junio

La Administración central acumuló un déficit fiscal de 38.607 millones de euros en el primer semestre de 2009. El Gobierno no cierra la puerta a las subidas de impuestos.

El rojo avanza en las cuentas públicas. Entre enero y junio de 2009, el Estado acumuló un déficit presupuestario de 38.607 millones de euros (36.819 en términos de caja), nueve veces más que en el mismo periodo de 2008.

El fulgurante avance de los números negativos, ya en el 3,6% del PIB, no sorprende al secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. En su opinión, «la mitad» del empeoramiento del saldo presupuestario se debe a «una evolución económica menos favorable». Esto es, a la peor recesión en cuarenta años.

Y, «la otra mitad», a la «política fiscal activa» del Gobierno. Desde otro punto de vista, el Estado gasta ya casi el doble (85.840 millones de euros en el primer semestre) de lo que ingresa (47.233 millones, en términos de contabilidad nacional, que expresan los ingresos y gastos ya comprometidos).

Este mix explosivo puede llevar el déficit total del Estado por encima del 9,5% del PIB (cerca de 100.000 millones de euros) al final de este año. Sin embargo, y a pesar de la debilidad de la economía, el Gobierno prevé devolver el déficit por debajo del 3% en 2012 (límite de Bruselas).

Un objetivo «harto inconsistente», según el servicio de estudios de la Fundación de Cajas de Ahorro. A no ser, matiza Funcas, que el Gobierno decida emprender una política fiscal «altamente restrictiva» con el gasto; o revise al alza todas los impuestos, para elevar los ingresos.

En una situación tan grave como la actual, ¿Está pensando el Ejecutivo en subir los impuestos? Ocaña prefiere mantener la incógnita: «Sobre medidas concretas, hablaremos en septiembre, dentro del marco de los Presupuestos Generales del Estado y la ley de Economía Sostenible». Es decir, no cierra la puerta a un incremento a corto plazo de la carga tributaria.

Desplome recaudatorio
La recesión está haciendo mella en la evolución de los ingresos públicos, que cayeron en junio un 29,4%, hasta los 46.352 millones de euros (en caja). El deterioro de la actividad empresarial ha reducido, por ejemplo, en un 24% la recaudación por el Impuesto de Sociedades.

La destrucción de empleo ha dañado la renta de las familias y, por tanto, los ingresos por IRPF retrocedieron un 19,2%. El consumo tampoco vive sus mejores momentos y eso se traduce en un desplome de los ingresos por IVA del 35% en el primer trimestre; y de un 17,2% en los Impuestos Especiales (aquellos que gravan el alcohol, el tabaco, los hidrocarburos y la electricidad).

El Gobierno justifica, además, que el cambio normativo en algunos tributos, el cheque de los 400 euros y el grado de ejecución de las devoluciones del IRPF han impactado también sobre los ingresos.

En cualquier caso, los gastos del Estado avanzan a velocidad de crucero: un 22,9% más, hasta los 83.171 millones de euros (en caja). En plena recesión, la factura de personal del Estado engordó un 4,8% en el primer semestre, hasta los 13.196 millones de euros. Las transferencias corrientes también avanzaron un 21%, hasta los 46.308 millones de euros.

Además, hay que invertir otros capítulos de inversión extraordinaria, como el Fondo Local, que supuso en el primer semestre un pago extra de 5.791 millones. Los desequilibrios en los ingresos y los gastos han multiplicado por nueve la necesidad de endeudamiento del Estado, que se situó en los 61.174 millones de euros en el primer semestre. Pese a todo, Ocaña aseguró que «de ninguna manera» la deuda del Estado alcanzará el 90% del PIB, como alertan los analistas.

Seguridad Social
La Seguridad Social registró entre enero y junio un superávit de 11.797 millones de euros, debido a unos ingresos de 60.620,91 millones de euros (1,95% menos) y unos gastos de 48.823,86 millones (8,27% más).

Es decir, el músculo más saludable hasta ahora de las cuentas públicas está sufriendo ya un desequilibrio entre la caída de los ingresos y el fuerte avance del gasto. El superávit se ha reducido en un 29,6% en un año debido, sobre todo, a la destrucción de empleo que ha sufrido la economía y que ha reducido el número de cotizantes.

Pensiones
La mayor partida de gasto de la Seguridad Social, 42.327,07 millones de euros, correspondió a pensiones y prestaciones contributivas, que crecieron el 6,78%. Por su parte, a finales de junio las pensiones y prestaciones no contributivas sumaron 1.774,98 millones, (5,27% más), de los que 630,57 millones correspondieron a prestaciones familiares (6,87% más).

En el capítulo de ingresos de la Seguridad Social, el 91,12% corresponde a las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social.

Previsión
El desglose de ingresos de la Seguridad Social refleja una caída de las cotizaciones sociales del 2,27%, hasta los 52.794,52 millones de euros. Pese a todo, el Ministerio de Trabajo que dirige Celestino Corbacho prevé ingresar este año un total de 112.436,60 millones de euros en concepto de cotizaciones sociales.

De este modo, lo recaudado entre enero y junio supone el 46,95% de lo previsto inicialmente para todo 2009. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, prevé, por tanto, un «cierto superávit» al cierre de 2009.

Más ajustes
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, reconoció ayer que en el techo de gasto programado por Hacienda para el próximo año no está incluido, de momento, el futuro subsidio de 420 euros prometido por Zapatero para todos
aquellos parados que agoten su prestación por desempleo.

Tampoco está acordada y negociada la próxima revisión de las nóminas de los funcionarios públicos. En los seis primeros meses de este año, los costes laborales de la Administración Central repuntaron un 4,8%.