Debo impepinablemente regresar a Galicia y pasar por Santiago de Compostela. Debo rendir así debida memoria al amigo Emilio Sol Bartolomé, que apenas hace un semestre nos dejó. Pero me va a costar mucho volver allí sabiendo que él no está.
Debo por ello idear una manera de regresar que reporte alegría. No tristeza. Le doy vueltas a ello.