Me sorprende esta noche (e impacta) la noticia de la muerte prematura de la ex ministra socialista Carmen Chacón. Intercambié tan sólo con ella un par de e-mails hace unos tres años en relación a un tema docente. Y nada más. Pero no dejaba de ser una joven figura de la política y su muerte me produce la lógica impresión.
(El fallecimiento es un recordatorio de que todo es efímero, dramáticamente efímero. Por otro lado, he mencionado a menudo en mis seminarios la anécdota de Chacón anotándose en la mano cual colegiala el presupuesto de Defensa; siempre puse ello como mal ejemplo a seguir; fue pillada en directo en una entrevista de TV3 por Mònica Terribas y la imagen personal de la ministra resultó dañada).