Un mes entero falta para la gran cita. Y todavía se me resiste la declinación de los artículos y los plurales. Quizá me lleve todavía un cierto tiempo acostumbrarse a que días son «dagar» y no «dager». O que hay sustantivos que hacen el plural igual que el singular.
Al fin y al cabo es una complejidad que otras lenguas presentan. Por ejemplo, la lengua alemana con sus tres géneros: masculino, femenino y neutro. O los plurales irregulares a diestro y siniestro.
Lo de los artículos es para mí una arista de dificultad en una lengua que es tendencialmente llana, simple. Una sorpresa abrupta en el camino pero que lo hace también más desafiante, discontinuo. Retador.