«Pero, Miguel Ángel, ¿esto qué es?»
(Sublime frase de la delegada de una clase universitaria ante la intensidad del caso práctico a que someto a sus alumnos).
Respuesta del profesor:
-En algunas buenas universidades se estila el trabajo intenso en clase. Permítanme un pequeño simulacro.
(A estos chicos hay que tratarles con algodones no sea que se nos depriman. Si mis viejos maestros levantasen la cabeza, a buen seguro castigarían mi contemporización atizándome con la regla de mates en los nudillos, allí donde más duele…)