¿Qué priorizan los suecos?
Posiblemente la familia. No el trabajo.
¿Por qué razón? Porque trabajar en Suecia no es un reto tan laberíntico como en España, donde a menudo falta transparencia y meritocracia a la vez que dignidad en la manera de tratar el empleador al empleado y el empleado al empleador.
Por mis observaciones la sociedad sueca valora el conocimiento práctico y la actitud discreta. No la acumulación de títulos ni actuaciones grandilocuentes. Por encima de todo se preserva al colectivo. Y el trabajo no recibe la dramática importancia que en España le adjudicamos.
En cualquier cosa, en este país se observa una cultura emprendedora, la proliferación de nuevos negocios y jovencitos que sin remilgos se ponen el mundo por montera. Muchos de ellos, en Barcelona.
(Es lo que tiene viajar: descubres que las maneras de hacer difieren tanto y tanto de un país a otro).