Si alguna vez has escuchado eso de que «si te afeitas las piernas, el pelo crece más rápido y más grueso», no estás solo. Esta afirmación se ha transmitido de generación en generación, casi como un secreto a voces en vestuarios, salones de belleza y conversaciones de ascensor. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Según los estudios dermatológicos actuales, afeitarse las piernas —o cualquier otra parte del cuerpo— no altera la velocidad ni el grosor del crecimiento del vello.
El origen del mito tiene explicación: al pasar la cuchilla, lo que hacemos es cortar el vello por la superficie de la piel. La punta original, más fina y suavizada por el roce y el tiempo, desaparece. En su lugar aparece una sección más recta y áspera, lo que da la sensación al tacto y a la vista de un pelo más grueso o fuerte. Pero solo es eso: una ilusión óptica y táctil. Genética y hormonas son las únicas responsables reales del tipo, color, cantidad y ritmo de crecimiento de tu vello corporal.
¿Por qué persiste este mito?
La explicación es sencilla: tras el afeitado, el vello empieza a crecer desde una base cortada perpendicularmente. Este nuevo crecimiento carece de la punta afilada y desgastada que tendría si nunca lo hubieras tocado. Por eso se percibe más rígido e incluso más oscuro, pero ni crece a mayor velocidad ni cambia su naturaleza. De hecho, si realmente funcionara así, seguramente muchos calvos habrían solucionado su problema con un simple afeitado diario.
La dermatología moderna lo tiene claro: la cuchilla solo elimina lo visible; no afecta al folículo piloso (la raíz), que es donde se decide todo sobre tu pelo. Para modificar realmente el ciclo de crecimiento habría que actuar sobre ese folículo, como ocurre con algunos tratamientos láser o medicamentos hormonales.
Un vistazo al ciclo capilar: ciencia bajo la piel
El crecimiento del pelo sigue un ciclo natural con tres fases: anágena (crecimiento), catágena (regresión) y telógena (reposo). Nada en este proceso cambia por afeitarse. El ciclo está regulado por factores internos como las hormonas o la genética; ni los cuchillos más afilados pueden alterar estos mecanismos.
Curiosamente, hay sustancias que sí pueden influir en el crecimiento capilar —aunque no tienen nada que ver con la maquinilla—. Por ejemplo:
- El resveratrol (presente en el vino) ha mostrado cierto potencial para estimular los folículos pilosos en estudios experimentales.
- La cafeína también puede favorecer la vitalidad del cabello al bloquear los efectos negativos de ciertas hormonas implicadas en la caída capilar.
Curiosidades científicas sobre el vello humano
El mundo del pelo está lleno de rarezas y datos sorprendentes:
- El cabello puede crecer hasta 20 centímetros por año, algo más rápido en verano y durante la noche que en invierno o durante el día.
- La anticipación al sexo puede acelerar levemente el crecimiento capilar —¡el cuerpo humano nunca deja de asombrar!.
- Cada persona pierde entre 50 y 100 cabellos diarios; así que si ves algunos en la ducha, tranquilidad absoluta.
- Todos tus folículos pilosos se forman cuando aún eres un feto de cinco meses.
- El cabello humano ha sido usado incluso para absorber aceites tras derrames industriales debido a su capacidad absorbente.
- Una melena bien cuidada puede aguantar hasta dos toneladas de peso —sí, ¡como dos elefantes!
- El cabello contiene información sobre tu estado general de salud: desde vitaminas hasta posibles rastros de medicamentos.
¿Sabías que en zonas tropicales el pelo suele crecer más deprisa? El calor y la humedad aceleran el ciclo capilar. Eso sí, también hay que protegerse más del sol para evitar daños adicionales.
Anécdotas y curiosidades para romper el hielo
Para acabar con una sonrisa (y quizás ganar algún trivial):
- El Día Mundial del Cabello se celebra cada 6 de marzo. Una excusa perfecta para lucir pelazo… o rapado.
- Los expertos aseguran que depilarse con cuchilla exfolia suavemente la piel eliminando células muertas; así que no solo te libras del vello sino también das un respiro a tus piernas.
- Si alguna vez te preguntas por qué los hombres suelen tener barba más densa tras afeitarse varias veces… simplemente es porque las hormonas masculinas hacen su trabajo y nada tiene que ver con la cuchilla.
- En Japón existe una superstición según la cual cortarse las puntas ayuda a atraer buena suerte. No hay evidencia científica detrás… pero por probar, ¡que no quede!
- Y sí: aunque parezca imposible, hay personas cuyo cabello ha servido para crear redes ecológicas capaces de filtrar petróleo tras vertidos marinos.
En definitiva, afeitarse las piernas no acelera ni multiplica mágicamente los pelillos rebeldes. Así que si quieres lucir piernas suaves sin miedo a convertirte en Chewbacca al día siguiente… adelante con la cuchilla. Eso sí, recuerda hidratarte después: tu piel te lo agradecerá.
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