Más información
La madrugada del 30 de junio dejó una imagen insólita en Madrid: Cayetano Rivera, uno de los rostros más conocidos del mundo taurino y habitual en la prensa del corazón, fue detenido tras un altercado en una hamburguesería de la calle Atocha. El suceso, que rápidamente saltó a todos los medios nacionales, no solo puso en el foco al torero, sino también a su entorno más cercano, entre ellos su exmujer, la presentadora Eva González.
Mientras la noticia recorría portadas y tertulias matinales, la expectación mediática se centró en conocer la reacción de Eva. La sevillana, expareja del diestro y madre de su hijo, se convirtió en objetivo prioritario para reporteros y cámaras que buscaban una declaración que arrojase algo de luz sobre el lado más personal de este episodio.
Una respuesta serena y contundente
Horas después de conocerse la detención de Cayetano, Eva González fue interceptada por los medios mientras caminaba por la calle, tras compartir tiempo con amigos en una terraza. Su actitud no pasó desapercibida: sonriente, tranquila y sin perder la compostura, atendió brevemente a los reporteros. Lejos de caer en la polémica o dejarse llevar por el revuelo mediático, la presentadora fue clara:
“Yo es que no tengo ninguna opinión. Yo me dedico a trabajar, a cuidar de mi hijo y es a lo que voy ahora. No tengo nada más que decir” .
Con estas palabras, Eva marcó una línea clara entre su vida privada y las noticias que afectan a su expareja. No respondió si había hablado con él ni si le sorprendía lo sucedido. Tampoco quiso pronunciarse sobre si había presenciado comportamientos similares en el pasado. Su actitud fue descrita como “impasible y sin perder la sonrisa”, mostrando firmeza ante un momento delicado para Cayetano .
El contraste con otras reacciones familiares
Mientras Eva González optaba por la discreción y el silencio, otros miembros del clan Rivera sí expresaron sus emociones públicamente. Francisco Rivera, hermano del torero, se mostró visiblemente impactado al recibir la noticia: “No me lo puedo creer… ¿me lo puedes repetir?”, fueron sus primeras palabras tras enterarse del arresto . Por otro lado, José Antonio Canales Rivera, primo del detenido, manifestó su incredulidad y apuntó que no reconoce esa conducta en Cayetano: “Me sorprende mucho y me parece un poco exagerado” .
El propio Cayetano Rivera no tardó en emitir un comunicado a través de sus redes sociales negando categóricamente cualquier agresión hacia los agentes implicados:
“En ningún momento he protagonizado ni participado en ningún acto de agresión hacia agentes de autoridad. Lamento profundamente que se estén difundiendo versiones infundadas sobre unos hechos que, en ningún caso, ocurrieron como se ha insinuado” .
El torero, además, anunció acciones legales y recalcó su respeto por las fuerzas policiales, pidiendo responsabilidad a los medios debido al impacto personal e institucional del caso .
Eva González: Prioridad absoluta a su vida personal
Desde su separación en 2022 tras trece años juntos y siete de matrimonio, Eva González ha mantenido un perfil público discreto respecto a su vida personal. Madre dedicada y volcada en sus compromisos profesionales como presentadora, nunca ha alimentado rumores ni polémicas innecesarias sobre su relación con el padre de su hijo.
Su reacción ante las insistentes preguntas sobre el caso Cayetano ha reafirmado esa postura: cero protagonismo mediático respecto al escándalo y máxima protección tanto para sí misma como para su hijo menor. Su presencia sonriente y serena ante las cámaras contrasta con el nerviosismo generalizado del entorno mediático.
- No ha entrado a valorar los hechos.
- No ha revelado contactos recientes con Cayetano.
- Ha reiterado que sus prioridades son trabajar y cuidar a su hijo.
El pulso mediático continúa
El caso sigue abierto y pendiente de esclarecimiento judicial. Las declaraciones oficiales se alternan con versiones encontradas sobre lo ocurrido aquella madrugada en Madrid. Mientras tanto, Eva González se mantiene firme: ajena al ruido exterior y fiel a su estilo reservado.
Su reacción ante la detención de Cayetano Rivera se ha convertido ya en ejemplo de cómo gestionar situaciones personales expuestas sin perder el control ni ceder ante la presión pública. Una postura —la de marcar distancias— que muchos han interpretado como signo inequívoco de madurez emocional.
Más en Gente
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home